Llega el verano y a todos nos encantan unas vacaciones o
unos días de relax, y de esta manera utilizarlos como un
airbag al estrés que llevamos acumulado durante todo el año.
Tranquilidad, sol, playa, gastronomía propia, buenas infraestructuras de comunicación, tradiciones culturales tal vez desconocidas; ... pues bien, existe un pueblecito en la costa catalana llamado Sant Pol de Mar del cual seguidamente voy ha explicar cuatro cosas.
Acariciada por el Mediterráneo, con sus amplias playas
limpias y cristalinas, con sus casas escalonadas perfilando
la montaña, con sus calles estrechas, con su gente (abierta,
agradable y europea), hacen de esta pequeña población la
envidia de la mayoría de pueblos de la costa del Maresme.
Visitas obligadas son
- la ermita de Sant Pau desde donde se puede observar todo
el litoral hasta llegar a Barcelona
- la iglesia parroquial de Sant Jaume
- el museo de Sant Pol con obras de artistas reconocidos
como Ramón Casas, Ramón Pichot, Joan Miró, Perejaume, etc
- la variada obra arquitectónica modernista: edificio de las
Escuelas en la calle Santa Clara, las casas del Doctor
Roura, "can Planiol" y "can Tió", obras del arquitecto Sr.
Ignasi Mas i Morell
- el paseo de la Punta
- el parque del Litoral
- el "Café El Centre", típico café de pueblo
Bien comunicada tanto por tren como por carretera, se tiene
acceso a poblaciones y parajes de mayor renombre como
Barcelona, Girona, el Montseny, el Santuario de Montserrat,
Calella de la Costa, "Port Aventura".
Y a la hora de comer, diversidad de opciones:
o en un restaurante de la guía Michelín, o una de quesos y
patés, o la paella tópica/típica, o la pizza o el simple
frankfurt.
De postre,... fresas de Sant Pol.
¿Actividades? Pues tenis, surf, bici, golf, fútbol, dominó,
hípica, dormir, etc.
La fiesta mayor se celebra el día 25 de Julio y en ella se
incluyen diversas actividades que espero disfrutéis en
vuestra próxima visita.
Joan M. Brusca i Miralles
Webxafardera
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