Un reino para todos
El trono de rey se ha ocupado
y los vasallos guardan silencio
en un reino de discordias
su palabra es ley cumplida
La muchedumbre se éxita
ante su embelesado discurso
pero muchos se preguntan
si lo prometido será otorgado
Los cambios se van dando
en un mundo cruel y desfigurado
por crisis acumuladas en un pasado
que se renuevan en el presente
Todo es tenebroso en la espera
y nadie puede imaginar el futuro
los sueños yacen tristes y perdidos
en un laberinto que no encuentra salida
La paz y la alegría continúan su marcha
sin su dulce canción de armonía
cada grito en el silencio de la noche
agita la mortaja que espera la agonía
Las clases ríen nerviosas e impacientes
esa esperanza que en ellos transita
sus corazones flamean como esa bandera
que aun quiere volver a levantarse
Con pecados pero sin discordias
con errores pero sin distinciones
con aciertos y sin privilegios
para bendecir a mí “patria tan querida”