“SOÑAR CON SECRETOS”
Soñaban ayer mis dos brunos espejos
con lucíferos poemas del mar tirante,
que fulminó en ciclón longevo y errante
hasta hallar la luna roja allí, a lo lejos.
Y soñé todo y nada, turbios reflejos
que serenaron la guitarra y las palmas,
con repique de tacones que alzan almas,
con un sol dorado y los mares añejos.
¡Ay, qué sueños tan raros y perplejos!
En ellos va la estela del andante
creando limoneros y azulejos,
pisando un sendero algo lacerante.
Mas debemos andar todos anejos
soñando lo que puede estar delante
para que avengan las paces y calmas
hasta finar, que andaremos en palmas…
(Soñar caminos que nos vuelven viejos,
con secretos al baúl de la memoria,
y no dejar que jueguen con los tejos…)