El hombre vive en su fe
El sol del hombre es su corazón
allí laten sus deseos y esperanzas
la vida es difícil de llevar
en un lugar hostil y sin amor
La Fe nos sostiene al despertar
y los sueños al cerrar los ojos al dormir
sin la Fe y sin los sueños
aflora la tristeza y dejamos de existir
Cuando todo se vuelve gris ceniza
y la niebla oscurece nuestro camino
surge un secreto que encierra el alma
y que hace aparecer nuestra conciencia
El hombre no muere y solo cambia
para transformarse en algo superior
mas allá de lo conocido y posible
nos aguarda el destino que merecemos
En mi cerrazón no he de claudicar
buscando la justicia y la verdad
porque si la razón no me alcanza
intentare hallar los designios de Dios
Las tristezas y la muerte son inevitables
y el sufrimiento llega para concebir
que más allá del infierno de la tierra
existe el cielo de la vida eterna
Toda mente que posea sabiduría
no amara los tesoros del mundo
porque no está lejano el día
que se deba partir para siempre
Pd: Cuando el cuerpo físico muere, el espíritu sigue viviendo. En el mundo de los espíritus, los espíritus de los justos son “recibidos en un estado de felicidad que se llama paraíso: un estado de descanso, un estado de paz, donde descansaran de todas las aflicciones, y de todo cuidado y pena”. (Alma 40:12)