La muerte puede ser doblegada
La muerte acecha siempre
en un mundo de mortales
el tiempo para disfrutar
es efímero como una brisa
Cuando alcanzamos el amor
lo encerramos con celo
en castillos de acero
para evitar su partida
Buscamos las riquezas
sin abrazar la verdad
de todos los espíritus
que insuflan nuestra vida
Corazas de impiedad
engañan nuestros sentidos
que llenos de maldad
constituyen la miseria
En cada fecha especial
donde el sentimiento abruma
por momentos nos volvemos
a la luz que dejamos
Luego la alegría pasa
y la oscuridad retorna
llenándonos de imperfecciones
para caer en las desdichas
Un portento esperanzador
aguarda por todos
para que unidos seamos
una república que renace
Pd: La muerte no es nuestra enemiga. Es solo una circunstancia de la vida.