Isabel es huérfana de hijo que un navajazo en órgano delicado ha recibido.
Fallecido en urgencias, estrecha cama, y allí con él, la doctora, presurosa, actuando…, pero llega la firma del certificado, es hora de la defunción.
Isabel, muy abatida, por una herida sin retorno diciendo que el dolor duele.
No puede llorar, abandona, se queda, no sabe qué hacer.
Gente de blanco mascarilla alrededor, voces, preguntas, indicaciones, exhortaciones.
Llega una asistente, la informa, ella con tolondrón, no entiende.
Vaya a descansar, trate de hacerlo.
Vuelva en unas horas.
Pero Isabel ha quedado huérfana de hijo que un mal golpe de navaja recibió.