Oscar Wolf
Poemas de amor a una respetable mujer
Tú puedes guiarme
a la verdad;
estás en mi mente
y en mi vida.
Cuando veamos llover
sobre el lago sentiremos el amor como
algo que surgió del fondo de la tierra.
Tú puedes vencer o perder.
Tú puedes ser real.
Eres mi causa, mi objetivo, mi fin.
Respiremos las brumas rosadas del bosque.
Fundámonos en la nieve pura.
Tú puedes cambiar las cartas de mi destino.
A veces, al acercarme a ti,
arrancamos de la piedra al hijo de la carne
y el más sucio de los deseos.
Somos distintos,
somos insobornables.
Tú eres mi religión, mi piedra angular, mi opio;
al separar tus muslos el río fluirá entre las sombras
de los árboles hacia su final,
la flor se abrirá, el mundo girará más lento…
Tú puedes ser real,
tú puedes desaparecer
y después regresar,
como la lluvia.
Te amo, ¡adiós a las cárceles
donde suenan jergas extrañas y los toxicómanos
salvan su alma con la palabra de Jehová!
Te amo, ¡adiós a las banderas
que ondean los hijos del capitalismo radical
y descabellado y a los koljós y
a la represión surrealista en nombre
de la hoz y el martillo!
Te amo, ¡adiós a las universidades
cuya voluptuosidad se acaricia
los pechos de cristal como una diosa Afrodita en minifalda!
Te amo, ¡adiós a las tardes neuróticas
de enjuagar el llanto con una botella de ginebra
y una piedra de cocaína!
Te amo, ¡adiós a los juzgados latifundistas
y a la soledad del poeta y a la policía
dando palos a los antisistema!
He visto tu cuerpo desnudo en el espejo.
Pero era yo, otra vez yo, siempre yo,
alucinando como un colgado puesto de LSD
entre Miles Davis y Charlie Parker.
¡Qué feliz soy cuando estoy solo y no tengo
que esforzarme para parecerme a quién no soy,
un hombre honesto y brillante!
Los días son señales de humo
y la llamada del león brota de mi pecho
para que tú dances sola en las colinas.
Sin ti, todo me parece ridículo,
hasta mi prosa y mi verso.
Salgo de mi bunker de lágrimas
y me pierdo por algunos bares
donde dicen que si eres feliz un minuto,
lo serás toda la vida.
Converso con cristales y con botellas vacías,
miro a las chicas,
resuelvo crucigramas.
Es lo de siempre a esas horas…
recuperar la dignidad perdida.
En el espejo baila la noche
ofreciendo sus más nobles bendiciones.
Un beso líquido me da placer
como la caricia de una madre
da placer a su bebé.
En el espejo baila noche.
(Lo malo es que mañana será otro día).
Es la hora de mezclar el amor
con las palabras,
el cielo con el asfalto,
la ternura con los parches de nicotina.
Imagino tu piel y tus labios
en los dedos de Andy Warhol.
Tu vida en una película.
Tu bonito trasero en el trono de oro
que he creado para ti.
Te daría una montaña de diamante si pudiera.
O los secretos del vino y la poesía
Luego te daría el lujo de ser libre, de ser tú misma.
Como los árboles del otoño
se despojarán de sus hojas
ya secas, mi corazón
se despojará del dolor
de los días y las noches.
Reiremos abrazados, ávidos, noctámbulos,
fundidos en la ola de la esperanza.
Veremos de madrugada las luces
de la ciudad desde la colina cubierta de espliego.
Oh sentirte siempre cerca de mi ávida boca,
beberme tus besos, tus caricias, tus latidos,
arder en tu piel para siempre,
desprenderme entre tus ingles
del cuerpo en el que tanto sufrí.
6-5-2017