CONTRA LOS TERRORISMOS
Por haber denunciado el terrorismo castellano, en ocasiones, he sido acusado de defender el terrorismo vasco, y esto, que conste, es una soberbia falsedad. Quiero que quede bien clara y meridiana la siguiente cosa:
Yo condeno el terrorismo vasco de ETA, el terrorismo castellano de los violentos y neonazis anticatalanes, el terrorismo catalán de Terra Lliure, el terrorismo izquierdista de los GRAPO, el terrorismo castellano de los GAL, el terrorismo irlandés del IRA, el terrorismo castellano del 'Batallón Vasco', el terrorismo palestino de Hamás, el terrorismo israelí institucional, el terrorismo islamista de Al Qaeda, el terrorismo individual anarquista, el terrorismo castellano de la dictadura franquista, el terrorismo italiano fascista, el terrorismo alemán nacionalsocialista y el terrorismo soviético comunista, entre otros. Por extensión, y no es nada arbitrario, condeno también a todos los fabricantes y comerciantes de armas, ya sean castellanos, franceses, estadounidenses, rusos, árabes, islamistas, antiislamistas, católicos, protestantes, ortodoxos, judíos, budistas, europeos, americanos, africanos, asiáticos o de Oceanía.
Que yo proteste contra un terrorismo, de forma puntual, no significa que apoye a los demás, contrariamente a lo que sucede con algunos ciudadanos castellanos que, sin saberlo, son nacionalistas centralistas y se enervan cada vez que manifiesto sin complejos mi nacionalismo periférico, como catalanista valenciano, expresando una opinión en mi bien querida y maltratada lengua, el catalán de València. La hipocresía, al igual que la ignorancia y la incultura, no tiene límites, y aún tiene más poca vergüenza. Desgraciadamente, no siempre se cura viajando por el mundo y conociendo otros países, por mucho que nos vendan esta idea.
Muchas veces -demasiadas, la verdad, y es cada vez más preocupante- me he encontrado con que aquellos castellanos que atacan tan visceralmente el terrorismo independentista resulta que cierran los ojos o hacen la vista gorda ante un terrorismo neonazi de cariz castellanista. Peor aún, los mismos que exigen a ETA la rendición incondicional y definitiva, que pasa por una derrota abrumadora y humillante, invocan al mismo tiempo, y en voz alta, la intervención armada del ejército castellano contra unos ciudadanos catalanes completamente cívicos, pacíficos y desarmados, que lo único que reclaman, por coherencia y dignidad, es poder expresarse y votar en referéndum sobre su independencia nacional.
Si esto no es terrorismo castellanista, terrorismo de Estado inyectado en el imaginario colectivo para amedrentar y someter al pueblo catalán, ya me dirán ustedes que es.... Lo que yo apuntaba: hipocresía al máximo exponente.
Sueca, País Valencià, Marènia. Domingo, 20 de julio del 2014.
Joanjo Aguar Matoses.
(Traducido del original en catalán).