Cuando la esperanza, se hace añicos como un cristal estrellado contra la pared, es necesario buscar la ayuda, para poder resurgir de nuestra propia muerte.
Es que a pesar de estar vivo, la soledad entro en mi corazón e hizo de mi un ser despreciable. El amor se disipo como una tenue brisa de verano, y el pecado se pego a mi piel como el mas feroz parasito.
Busque que el halago fácil fuera la sal de mi vida, y como todo castillo de arena, este se derrumbo en un abrir y cerrar de ojos.
Se que no es justo pedirte a ti Señor, que me des una nueva oportunidad, pero tu eres la diferencia, de navegar en aguas seguras o de hundirme en el mas profundo y oscuro abismo.
Tengo miedo porque se, que este mundo esta lleno de palabras, pero la mayoría de ellas carecen de bondad, y en esencia su espíritu es sombrío como la noche mas eterna.
Quiero que la bestia interior que habita en mi, se vuelva la mas mansa y humilde de las ovejas. Ansío volver a ser aquel inocente niño, que pletórico y lleno de energía, corría por esas calles de la infancia. Allí donde el temor no existía. Solo reinaba la alegría y el amor.
Pero el tiempo paso y hoy, los recuerdos del ayer, son como una quimera, que yace en el olvido.
En el aire se respira confusión, y es difícil transitar una senda de real progreso, en donde se avizore una justicia digna e igual para todos. Tal vez, una sociedad como la nuestra, en donde se mide al otro por su patrimonio, y no por sus valores morales, han logrado desviar mi verdadero camino.
Busco que la razón gobierne mi vida, pero ante todo, que la luz divina ilumine mi corazón, para que este se llene de piedad y humildad.
Señor, se que mi caso es difícil y que te pido mucho, pero se también, que para ti no hay imposibles.
La noche se hace larga, y la luz del nuevo día esta lejos de llegar. He releído mi carta una y otra vez. Pronto cerrare mis ojos, y cuando la bruma del sueño me cubra por completo, imaginare un mañana diferente.
Pediré por un nuevo amanecer, en donde el astro rey, acaricie a todos con un renovado calor celestial. Despertar en armonía y con una paz angélica para cada ser que busca trascender en su existencia.
Señor, gracias por estar siempre a mi lado. Siempre.