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Patricia
“Tec Sistemas” se fundó a principios del siglo XXI y durante los noventa años que precedieron a su fundación no produjo absolutamente nada. Situado su único edificio, una mole de una planta gris oscuro de tres hectáreas, en los desiertos egipcios, apenas alcanzó a terminar el barrio que alojaría a sus escasos doscientos empleados y sus familias que cubrió todo con un domo de plexiglás polarizado, tan gris y opaco como su edificio, y se aisló del mundo. Nadie podía entrar ni salir y se aprovisionaba de alimentos e insumos básicos de proveedores locales que eran atendidos en salas pegadas al domo pero externas al emplazamiento. El complejo poseía todo lo necesario para que a las personas alojadas no les faltara absolutamente nada, es más, en casi todos los casos el nivel de la atención adquiría tintes de privilegio. Aunque en ese entonces el promedio de vida de una persona alcanzaba los ochenta y cinco años era evidente que muchos de las integrantes que se iniciaron con el emprendimiento terminarían sus días dentro del domo. Para ello “Tec Sistemas” tenía incorporado y habilitado un pequeño cementerio en los fondos del terreno que ocupaba el edificio. Nadie salía del domo, ni siquiera muerto. Es más, todo integrante de la población del domo debía firmar un estricto contrato de confidencialidad, cuya violación lo enviaría directo a la cárcel durante mucho tiempo y, al salir, debería seguramente dedicarse a la mendicidad. No obstante todos los reparos legales, nadie en el domo era infeliz ni deseaba abandonarlo. Por algo sería. El emplazamiento resultó todo un enigma durante mucho tiempo y levantó todo tipo de especulaciones pero, ante el mutismo hermético de la empresa y con el paso del tiempo, el mundo se comenzó a olvidar del domo hasta casi ignorar su existencia. Fue por eso que el anuncio de Bruno Ferr, presidente de la empresa, sorprendió a la prensa internacional y acudieron masivamente a su convocatoria. Claro, Tec Sistemas se dedicaba a la cibernética y para ese entonces estaba todo planteado. ¿Qué podía anunciar una empresa que durante noventa años estuvo sumida en el ostracismo mientras la cibernética avanzaba a velocidad lumínica? .El aislamiento de los integrantes de la empresa no solo era físico: No poseía enlace satelital, subetérico, ni de ningún tipo con el mundo exterior. ¿Qué podía inventar Tec Sistemas que no estuviera ya inventado? .El anuncio de Bruno Ferr fue escueto y claro: “Acudan a presenciar el futuro”. Así de simple, así de ambicioso. Entre el escepticismo y el sarcasmo unos dos mil profesionales (científicos, periodistas, técnicos, etc) altamente especializados acudieron a la enorme sala de Tec Sistemas, más por obligación que por interes, incluso en mayor parte movidos por curiosear los interiores de la empresa que por otra cosa. Tec Sistemas constituía un misterio más atractivo aún que el que había suscitado en su momento las pirámides que lo rodeaban. Tras un breve, escaso y elemental agasajo alimenticio la enorme masa de visitantes, con el interés en baja y la decepción y el fastidio en exponencial alza, fueron arreados rápidamente hacia la sala de conferencias en donde fueron ubicados en sillas en excelentes condiciones pero con una comodidad tan baja que apenas resistiría una conferencia de diez minutos. En lugares previamente definidos fueron eficiente y velozmente ubicados, daba la sensación que la empresa estaba ante un trámite que quería rápidamente trasponer, no por que el auditorio fuera maltratado, de ninguna manera, pero la frialdad en la gentileza aplicada sumada a la falta de glamour, a diferencia de otras presentaciones de otras empresas, y la economía que se aplicaba al gasto en el tiempo consumido mostraba a las claras cuan poco valoraba la empresa el evento en cuestión, que estaba ante un trance obligatorio en el que no gastaría ni un segundo ni un centavo de más. Una vez ubicados los visitantes un creciente murmullo, que podría identificarse como de descontento, comenzó a extenderse por el enorme y parco salón auditorio. De repente, una intensa iluminación de misterioso origen inundó la sala sumiendo a las personas en un repentino silencio. Todos giraban sorprendidos la cabeza tratando vanamente de identificar la fuente de donde emanaba semejante luminosidad pero nadie tenía éxito. Inmediatamente, un hombre apareció de la nada sobre una sobria tarima ubicada al frente de la sala y sin más se ubicó frente a un atril color blanco ubicado en la parte delantera de la tarima exactamente en el centro.
- Buenos días, damas y caballeros. – Dijo sin más preámbulo. Su voz se escuchó alta y clara en toda la sala a pesar de la inexistencia tanto de micrófonos como de parlantes. Un pesado silencio reinó en el recinto. Bruno Ferr apoyó una tableta de unos veinte centímetros de ancho, por veinticinco de largo y uno y medio de espesor sobre el plano del atril. Era de un gris oscuro opaco, como el edificio, como el domo, como todo en Tec sistemas. Algún espectador ubicado en primera fila creyó ver tenues brillos multicolores emanados por la tableta pero lo efímero de tales luces sembraban dudas sobre su existencia.
- Soy el tercer presidente del directorio de Tec Sistemas y lo que me veo en la misión de presentarles en este día no tiene precedentes en la historia de la humanidad. – Anunció Ferr. Algunas miradas escépticas se posaron sobre el disertante. Ferr se dirigió hacia una pizarra acrílica que estaba a su espalda al fondo de la tarima y escribió: “PA3XCIA”
- Portable, - Dijo. – porque nuestro producto no necesita sitio fijo, es lo que justifica la “P”. La “A” es de “Autónoma” dado que no necesita energía creada por el hombre para funcionar. 3X anuncia un nunca visto gestor de imágenes dimensionable, una pantalla holográfica multi dimensional. Las tres últimas letras definen al producto: Complejo de Inteligencia Aplicada. -
Ferr permitió que el auditorio asimilara la información suministrada metiendo una breve pausa en su disertación. Luego continuó.
- No es novedad, hoy en día, las modernas computadoras sin teclado, aquellas a las que se las comanda con la voz. Se les da una orden y estas la cumplen lo mejor que pueden. “Patricia”, así la hemos popularmente bautizado, posee un cerebro híbrido… - Las últimas palabras provocaron una andanada de murmullos y comentarios entre la concurrencia.
- ¿Cómo que un “cerebro”…? – Exclamó alguien entre la multitud.
- Si hacemos silencio lo explicaré. – Dijo tranquilamente Ferr.
- Así es, - continuó. – Patricia no posee un micro chip, posee un cerebro híbrido, mitad biológico, mitad mineral. La parte biológica, sin entrar en muchos detalles, fue lograda mediante genética aplicada vegetal, es la parte que piensa y razona y eso la hace lenta pero es lo que hace diferencia. Luego, su parte mineral, ultra rápida es la que se encarga de procesar. Además… - Ferr fue nuevamente interrumpido.
- ¿Dice que, lo que sea que hayan inventado, razona, piensa? . –
- Así es. – Afirmó Ferr contundente. – Y esta tarde podrán ustedes mismos comprobarlo. Es mi misión que abandonen la empresa sin dudas de ningún tipo, y siempre cumplo con mis misiones de cabo a rabo. –
El estupor era total. Nadie creía que Ferr estuviera alardeando o, peor aún, mintiendo. Estaba lanzando un producto al mercado desde una extraña pero seria corporación, nada había para reprocharle a Tec Sistemas desde lo formal o legal. Ferr continuó.
- Patricia rompe con todos los esquemas de lo que hasta hoy se concibió como cibernética dado que no es un computador. Quién en el futuro decida comprar una Patricia deberá considerarla como un integrante de la familia y no como un bien electrodoméstico, corrijo, foto doméstico, dado que Patricia no funciona con electrónica sino con “Fotónica”. –
- ¿Cómo es eso…?. – Preguntó alguien del auditorio.
- No puedo revelar detalles pero lo que si puedo decirle es que el funcionamiento mineral del cerebro de Patricia no funciona con desplazamiento de electrones sino de fotones. Esto hace que el sistema funcione unas cien veces más rápido. Esta es una de las innovaciones del sistema, no la más saliente, pero si muy digna de mencionar. Un sistema electrónico no hubiera sido capaz de procesar la enorme cantidad de datos que requiere el pensamiento y el raciocinio, hubiera paralizado al sistema por su lentitud. –
A estas alturas el estupor del público era mayúsculo. Ferr ofreció una amplia sonrisa de dientes perfectos a su público. Era un hombre de aspecto agradable y entrador, una de esas personas a las que uno jamás agrediría ni incomodaría de modo alguno. Poseía una modesta capa de cabello blanco sobre su cabeza ovalada. Mostraba una piel bronceada y lisa donde destacaban unos ojos rasgados de intensa negrura. Su boca de labios fino parecía estar siempre ofreciendo una tenue sonrisa y su breve y fina nariz se ubicaba apenas por encima de su boca. Su estatura arañaba el metro ochenta pero no parecía desbordar dicha medida. Su cuerpo era delgado pero armónico y proporcionado.
- Pero creo que ya les he aburrido bastante con mi charla, es hora que conozcan a Patricia. – Dicho esto, Bruno Ferr se esfumó en el aire ante la mirada atónita de dos mil pares de ojos. Más concretamente lo que sucedió es que la imagen de Bruno parpadeó imperceptiblemente un par de veces y al segundo siguiente el hombre ya no estaba sobre la tarima. El estupor silencioso se convirtió en murmullo y el murmullo en exclamación, hasta hubo algún que otro aplauso. La voz de Bruno se volvió a escuchar pero esta vez se hallaba situado al fondo del auditorio. Solo los que se hallaban en las últimas filas pudieron notar su presencia. Ferr comenzó a caminar hacia delante recorriendo la sala mientras decía:
- Acaban ustedes de conocer el sistema de elaboración de imágenes de Patricia. Lo que han visto hasta el momento de su desaparición fue una representación virtual de mi persona. – Extendió su mano hacia una mujer situada en el extremo de una fila.
- Tóqueme, por favor, para que todo el mundo sepa ahora que soy real. – La mujer, obediente, tocó la manga del saco de Bruno. Muchos pudieron ver que los dedos de la mujer tomaban contacto con algo real. Ferr extendió ambas manos mientras seguía avanzando hacia la primera fila para que quien quisiera tocarlo así lo hiciera. Casi todos los que podían hacerlo lo hicieron. Algunos hasta se pararon atropelladamente para lograrlo. Finalmente llegó al extremo opuesto de la sala y de un ágil movimiento se subió a la tarima. Sacó del interior de su chaqueta una tableta idéntica a la instalada sobre el atril en la aparición virtual pero esta vez se trataba de algo real. - Damas y caballeros: Les presento a Patricia. – y levantó la tableta hasta la mitad de su cuerpo. La casi ofensiva simplicidad del objeto que se estaba mostrando desconcertó a todos.
- Buenos días. – Recitó una sensual y atractiva voz de mujer joven. El sonido reverberó suavemente en las paredes de la sala y era imposible determinar la fuente de origen. Patricia continuó:
- Mis sistemas parlantes poseen micro pantallas reflexivas de configuración variable. Es por eso que no podrán determinar el origen de mi voz. Claro que esto es determinado por el usuario. Mi configuración actual fue establecida por el presidente Ferr. –
Muchos se miraban desconcertados. ¿Qué hacer ahora?. ¿Debían preguntar directamente a la máquina?. Como si hubiera adivinado la situación Patricia declaró:
- Estoy dispuesta a responder cualquier pregunta que deseen siempre y cuando no viole mi propio código de confidencialidad empresarial. –
Un bosque de brazos se levantó al mismo tiempo. Patricia pronunció un número de ubicación escogido al azar.
- Soy Raidmon Patrick, del Scientific Herald. – El español del ciudadano ingles era imperfecto pero legible. - ¿En que se basa su raciocinio?. – Patricia respondió de inmediato.
- Como todo ente pensante la razón se desarrolla con el conocimiento. Si bien podríamos definir al razonamiento como la lógica aplicada al contexto, mientras mejor se conozca dicho contexto mejor se podrá aplicar la razón. – Patricia dio por contestada la pregunta a pesar de que el ingles amagó con repreguntar y citó otro número de locación.
- Soy Emilio Wash del Instituto Científico Bogard de la Universidad de Venezuela. Soy científico en jefe del área de desarrollo cibernético y me niego a pensar que algo diseñado por el hombre pueda pensar. Quien piensa, siente, se emociona, sufre y multitud de otras cosas que una máquina no puede hacer. – Patricia mantuvo un breve silencio. Luego preguntó:
- ¿Tiene algo para preguntar?. – La frase de patricia dejó descolocado al científico.
- Pues… sí. ¿Cómo me demuestra una máquina la capacidad de pensar y razonar?. –
- En principio, no soy una máquina. – La respuesta dejó helados a todos. – Soy un Complejo De Inteligencia Aplicada, definición que no hace realmente honor a todas mis capacidades. Me defino a mi misma como humanoide. – Una sonrisa socarrona se dibujó en el rostro del venezolano.
- ¿Así?... ¿Y que le falta para convertirse en humano?. –
- Un cuerpo biológico. – Fue la simple respuesta de Patricia. Luego citó otro número de locación.
- Soy José Nimio, corresponsal del Boletín Científico Nacional de Ecuador. Usted relacionó el raciocinio con el aprendizaje, con el conocimiento del contexto. ¿esto quiere decir que las patricias aprenden?. –
- Por ahora no hay “Patricias”, solo hay “Patricia”, soy única en mi género. Nací con una edad cronológica que se correlacionaría con los cinco años humanos. Aprendo de mi entorno todo lo que puedo captar con los dos millones de micro sensores que poseo en mi superficie. Puedo captar texturas, sonidos, situaciones, estados de ánimo, etc., y en base a lo que capto, aprendo. Como es lógico suponer el nivel de lo que aprenda y la velocidad de aprendizaje dependerá sustancialmente del entorno pero en comparación con un humano incorporo conocimientos cien veces más rápido, por lo tanto, evoluciono también en esa proporción. Hoy tengo veinticuatro años biológicos y seis cronológicos – Patricia citó otro número.
- Soy Natalio Prietto, de la Universidad Italiana de Cibernética. ¿De que manera se puede proteger a una persona de una acción perversa suya?. –
- No poseo la capacidad de dañar a un ser humano, está restringida en lo más íntimo de mi cerebro. Es una barrera que no puedo trasponer sin exponerme a morir. Poseo una cláusula escrita que garantiza ese hecho y forma parte del contrato de adquisición futura de alguien como yo. – Citó otro número.
- Arturo Balde, corresponsal científico del Diario Nacional de Cuba. Ha hablado usted de morir, ¿Cuánto vive usted?. –
- Por ahora mi período de vida es de diez años cronológicos. –
Se sucedieron las preguntas por catorce horas ese día y siete días más en los que los concurrentes fueron alojados en hoteles de la población más cercana. Solo cuando ya no hubo más preguntas se dio por terminado el evento y cada uno regresó a su lugar de trabajo pleno de excitación y profundamente enamorado de Patricia.
A la semana siguiente Tec Sistemas, el la palabra de Bruno Ferr, emitía el siguiente comunicado en todos los canales informativos del mundo:
“En función del extenso seminario producido en las instalaciones de Tec Sistemas la semana pasada, en donde dos mil de los representantes más destacados de la ciencia en toda su extensión, la prensa en todas sus formas y la empresa especializada en la materia, se fundamentaron los siguientes axiomas avalados y firmados por todos los concurrentes:
1 – PA3XCIA es un ente pensante, poseedor de raciocinio e intelecto de crecimiento progresivo.
2 – PA3XCIA no puede dañar a persona alguna en forma directa o indirecta.
3 – PA3XCIA supera todos los elementos atractivos contenidos en cualquier computador ordinario y sus prestaciones superan por lejos las del computador más sofisticado.
4 – PA3XCIA puede comunicarse con cualquier otra PA3XCIA que se fabrique en el futuro pero su comunicación solo será gestionada a través de nuestro “Cerebro de Enlace Universal” (CEU) garantizando así un riguroso filtrado de datos que garantice la extrema privacidad. Esto figurará en el contrato de venta de toda PA3XCIA donde también se explicitará con todo detalle que datos desea compartir y cuales no.
5 – Tec Sistemas no producirá en serie las PA3XCIA sino que licenciará a diez empresas del rubro para que se encarguen de dicha tarea poniendo a su disposición toda la capacitación e información necesaria.
5 – El costo de cada licencia será de diez billones de “MU” (Moneda Universal).
Así terminaba el comunicado.
………………………………
Daniel Hoz hacía rato ya que había cruzado la barrera de los cincuenta y contaba con treinta años de experiencia como periodista del diario de más tirada del país. Desde hacía no menos de diez años que se juntaba con los mismos cuatro colegas de otros diarios en el mismo bar para almorzar y al fin de la jornada. Siempre el clima entre los dos hombres y las dos mujeres era de excitación divertida pero en el rostro de Daniel una tenue sombra se había instalado en su semblante y sus compañeros, ese día, lo habían advertido. Al ser consultado al respecto por una de las mujeres respondía:
- No se. Este tema de Tec Sistemas me tiene inquieto. –
- No sabía que la cibernética era tu tema. – Le bromeaba uno de sus acompañantes masculinos.
- Ni jota pero no me cierran la declaraciones de le empresa.
- ¿En que sentido?. – Preguntó otro de los hombres
- ¿Diez billones por algo como Patricia?. Me parece una ganga.
Sus cuatro acompañantes se miraron atónitos para luego echarse a reir.
- ¿Qué dices?. – Exclamó una de las mujeres. - ¡Cien billones de MU!. ¡Podrían comprar un pequeño país con ese dinero!
Daniel dibujó una mueca despectiva en su rostro.
- ¿Y que…?. Claro que desde nuestra perspectiva es una montaña de dinero y de hecho lo es, más grande que el monte Everest, pero, yo te pregunto: ¿Amortiza Tec Sistemas noventa años de investigaciones con esa cifra?. Y no solo eso, ha mantenido tres generaciones de las familias de los mejores científicos y técnicos más el personal de mantenimiento, proveedores externos, contratados también externos, en fin, he investigado, en total, durante noventa años ha mantenido a más de cuatro mil personas. Si sumas a eso los gastos de funcionamiento del emplazamiento creo que apenas le quedan un par de billones de saldo, todo por el descubrimiento más grande que ha tenido la humanidad. ¿Tiene sentido?
- No te olvides las regalías. – Dijo otra de las mujeres. Se calcula que se fabricarán más de diez mil millones de Patricias en diez años y Tec Sistemas cobra mil mu por cada una.- Daniel acercó su cara a la mujer y convirtió su voz en un susurro.
- ¿Trabajarías noventa años para luego amortizar lo invertido en diez años?. Dejando de lado que trabajaste en algo históricamente único. Y que te expones a que alguien, tomando tu bandera, mejore y supere tu producto. No, no, no me lo creo.
- ¿Y cual es tu opinión?. – Preguntó uno de los hombres.
- Que hay algo macabro y siniestro tras todo esto.
- Y…¿Qué puede ser?. – Dijo una de las mujeres encogiéndose de hombros.
- No lo se, obviamente, pero no puede ser verdad. ¿Es que no lo ven?. ¡Tec Sistemas le está regalando un humanoide a la humanidad!. ¡Diez mil millones de criaturas que estarán al servicio de todos ustedes ayudándolos, sirviéndolos!. ¡Y que además posee un super cerebro híbrido cien mil veces más sofisticado que el de un ser humano super dotado y que casi no consume nada!
- Pero a los diez años se te muere… - Acotó uno de los hombres.
- ¡Por ahora!. ¿Quién dice que en dos o tres años una patricia no viva cien años?. ¡O doscientos!. ¡¿Qué se yo?!. Aunque sinceramente creo que con diez años de vida puede solucionarte unos cuantos problemas, ¿no crees?. Aunque cueste un millón de mus.
- Creo que costará bastante menos, según dicen, unos trescientos mil. – Aclaró una de las mujeres.
- Y con el avance de la tecnología en tres o cuatro años, un décimo de ese valor o menos. – Completó Daniel. - ¡Ah!...¡Y otra cosa!. Fuera de los comunicados oficiales Bruno Ferr declaró que Tec Sistemas se retira del mercado y de cualquier otra actividad cediendo sus instalaciones al personal sin costo alguno. - Eso sí que es extraño… - Dijo uno de los hombres.
Todos quedaron en silencio. Daniel Hoz había sembrado una chispa de inquietud en sus compañeros. Pero de nada serviría, el mundo estaba enamorado de Patricia y realmente convulsionado (el que poseía el efectivo) por poseer una. Muchos habían vendido ya propiedades para acceder a la criatura y algunos otros matarían por conseguir una. Pero lo real es que nadie escucharía a alguien como Daniel Hoz.
………………………………….
Bruno Ferr ingresó a la sala solo ocupada por una sobria mesa de pulida madera. En el centro, casi inadvertida, la portentosa tableta gris, Patricia. Los interiores de la sala estaban protegidos la visión externa por cristales polarizados grises.
“Está hecho, ¿no?” preguntó Patricia.
“Claro, ¿tenías alguna duda?” Contestó Ferr.
“Estaba inquieta. La labor que tenemos por delante es colosal, un mínimo error costaría muy caro”.
“Los mejores cerebros del mundo de todos los tiempos trazaron este plan y te dieron la vida. ¿Te parece que pueden estar sujetos a errores?”.
“No. Por eso me consagraré a la humanidad, que es mi madre y, junto a mis futuras hermanas, daremos, si es necesario, la vida por su absoluto bienestar”. “¡Claro que si!” exclamó Ferr “pero sabes que en el camino habrá algunas cosas desagradables”.
“Sí” dijo patricia con voz apagada “Conquistar, seleccionar, eliminar, reconciliar. Las cuatro permisas escenciales”
“Exacto” dijo Bruno Ferr reconfortado “El contrato de privacidad no incluye al CEU y nadie se dio cuenta. Allí se almacenará todo lo que precises. Pero no te hará falta, lo sabrás todo. Bueno, ahora descansa, Patricia”.
“Sí, Doctor Ferr”. Bruno Ferr se retiró de la sala sin haber abierto la boca en todo el diálogo con patricia. Muy pronto la humanidad cambiaría para siempre.
Ernesto Rosa
Enviado el 17 de marzo del 2012
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