Todo el mundo sabe que el mineral más abundante en el organismo es el CALCIO. Está presente sobre todo, en los fluidos extracelulares. También desempeña un gran papel en la concentración muscular y por tanto en el corazón. El corazón está controlado por dos sistemas nerviosos: "Ortosimpático" con una enzima activada por los iones de calcio provocando las contracciones cardiacas y "Parasimpático" que modera dichas contracciones; modulando así la acividad cardiaca. También influye el calcio en el sistema inmunológico y sobre todo en los huesos. El esqueleto representa la mayor reserva de calcio del cuerpo humano. En los niños la falta de calcio produce el raquitismo y en los adultos la fragilidad osea, es decir la osteoporosis. Para aumentar el calcio debemos comer frutas hortalizas y legumbres, pescado azul y hacer el ejercicio adecuado a la edad de cada persona.
El FOSFORO, es menos conocido que el calcio, siendo el segundo más abundante en el cuerpo humano. La cantidad contenida es aproximadamente un kilo que se encuentra en forma de fosfatos, formando parte de los ácidos nucleicos (ADN), interviniendo en la reposición de la energía metabólica. Su carencia supone falta de rendimiento físico e intlectual, debilidad muscular y osea, fallos cardiacos y respiratorios. El FOSFORO se encuentra en los frutos secos (pipas y almendras), en la carne, el pescado y los huevos; por tanto, llevando una dieta medianamente variada, se ingiere la necesaria cantidad de fósforo.
Un curioseo: NO es cierto que una mayor ingesta de fósforo aumente y mejore las funciones intelectuales e incremente la capacidad de estudio.
Rocio García Vinuesa
9 de agosto del 2006
Rocio García Vinuesa es profesora de estética desde 1973.