Autor: EL POLACO Fuente: https://www.polseguera.com/writers/writing-629_no-necesitamos-ingenieros-ni-abogados-solo-necesitamos-honestidad.html No necesitamos ingenieros ni abogados, solo necesitamos honestidad No necesitamos ingenieros ni abogados, solo necesitamos honestidad No soy un sabio pero pienso. No soy un ingeniero pero construyo. Levanto edificios inmensos, desde donde observo la miseria de los hombres. Necios que creen tener razón y que solo realizan actos deplorables proclamando el famoso "ENEISMO" que el profesor Pedro Romaniuk pregonaba en cada momento de su vida. Intelectuales que viven del esfuerzo de millones de argentinos que no llegan a fin de mes y que se esparcen por los medios anunciando el final de todo lo malo. Erradicar la pobreza en el mundo, donde 1.300 millones de personas viven con menos de un dólar diario (200 $) en donde las sociedades no están bien repartidas. La pobreza extrema es muy difícil cambiarla y transformarla cuando la corrupción es muy grande. En especial la de los niños que es el grupo más vulnerable de todos. Trastornos físicos, emocionales, económicos y sociales por falta de autonomía de las familias e instituciones. A pesar de tener la tecnología y la capacidad de producir alimentos suficientes para abastecer a toda la humanidad. Había una vez en una ciudad del conurbano una familia de tres integrantes que vivían en una casilla de madera entre el barro y el dengue. Eran muy pobres y para cenar no tenían más que un trozo de pan duro y un vaso de leche. Tras las escasas cenas siempre se quedaban charlando y reían para luego acostarse después de largos abrazos y besos. También no muy lejos de allí había un barrio residencial donde vivía otra familia de tres integrantes en una fastuosa propiedad llena de lujos y comodidades. Eran muy ricos y rara vez cenaban juntos. Nunca reían y pasaban buenos momentos disfrutando la verdadera vida. Había veces que no se veían en todo el día. Llegó el día del cumpleaños en la casa del niño pobre y a pesar de que este sabía que su padre no tenía, en su sueño de inocencia esperaba la pelota que tanto deseaba recibir. Al regresar de la escuela lo esperaban sus padres muy tristes. Javier, hoy es tu cumpleaños, pero no tenemos dinero para comprarte nada. Lo único que podemos regalarte es este pulóver gastado que le habían cosido porque era muy grande. También le dieron una tableta de chocolate que al padre le habían dado en el trabajo y que la guardo para él. El niño partió la tableta en tres partes y les convido a sus padres diciéndoles, "sois los mejores papas del mundo". Con tenerlos a mi lado, ya no necesito ningún regalo, y se fue a dormir muy feliz. El otro niño, el de la casa rica recibió muchos regalos pero estaba realmente disgustado porque había recibido la pelota 31 y ya tenía una igual! Le hubiera recriminado a su padre por tal motivo, pero el padre no había podido venir porque estaba en viajes de negocios. Su madre no reía con él y no lo abrazaba al irse a dormir. Javier continuo siendo un niño muy feliz toda su vida porque tenía en el amor de sus padres lo necesario para crecer hasta convertirse en un hombre de bien, en cambio Luis que era un niño rico poseía un carácter ambicioso y egoísta. Siempre estaba triste y enfadado. Se enfermaba seguido y permanecía mucho tiempo en cama en una soledad muy grande. La moraleja de esta historia es que: "NO ES MAS RICO EL QUE MAS TIENE, SINO EL QUE MENOS NECESITA".   Pd: Cuando un Estado disemina la miseria, ejecuta a lo más sagrado que posee una familia, "LOS NIÑOS".