Nada soy y nada tengo
Ideas llenas de pensamientos
Y un ferviente deseo
De alcanzar la sabiduría
Sueños aletargados profundamente
En un espíritu anhelante y fervoroso
Que quiere gritar con fuerza
La soledad que lo abruma
La poca luz del sol
Acrecienta la opaca oscuridad
Que ante tanto silencio
Llena el alma de incertidumbre
Pasa el tiempo y nada cambia
Gritos, tristezas y muerte
La confusión y el miedo
Asolan la moral del hombre
Cada mañana renuevo mi fe
Y cada noche sufre mi ilusión
Todo parece querer cambiar
En un horizonte de utopías
El aprendizaje es duro de concebir
Y la torpeza un destino de quimeras
La razón de la lógica nos consuela
Pero la existencia se torna pesada
El límite de la posible vida
Se hace añicos ante el misterio
De que lo efímero es solo tiempo
Que nos alcanza siempre.
Pensar, emocionarse y ser feliz
Todo atiborrado en mi mente
Y guardado celosamente
En un corazón palpitante.
Cierro mis cansados ojos
Y percibo la luz del cambio
Paz, sana alegría, y amor
Para creer en el futuro
Quiero abrirme a un nuevo concepto
Y en él, sentirme plenamente feliz
Abrazar a cada uno con la fuerza
Para que la esperanza jamás se pierda.