El fuego del deseo en la sangre
En mi aberración
Tu ilusión me colmaba
pronto me di cuenta
Que el abismo llegaba
Abominable era tu odio
Y de él me quise escapar
Absorto por tu maldad
Llore con aflicción extrema
Quise esgrimir un alegato
Para acomodar un sueño
Pero tarde era para amar
El agobio de un recuerdo
En tristeza y soledad
Dormí la pena de quererte
Y sin pensar en otra cuestión
Cerré mi delirio a tus besos
La maldición de tu carne
Despertó en mí a la bestia
Que lejos de la bendición
Me acerco a las tinieblas
Busque salvar mi alma
De la sed del pecado
Pero una y otra vez
Vuelve el deseo de tenerte
Vivir en tu memoria
Y morir en tus brazos
Quizás sea la salida
De un calvario eterno
Lo complejo de tu amor
Me desgarra un corazón
Que incierto de esperanza
Fallece en lúgubre silencio.