RECUERDOS DE UNA BELLA HECHICERA
Sentado a orillas del mar
Mientras el sol se cierne sobre el horizonte
El guerrero descansa sobre su manta
Esperando la oscuridad que se acerca
Rumores de guerra se escuchan
Duendes y fantasmas recorren
Sus recuerdos de viejos amores
En donde su espada se tiño de rojo
Nada ocurría y todo estaba tranquila
Luego se escucho el relincho de un caballo
También un fuerte grito de miedo
Que quebró el silencio de la noche
La voz de la muchacha se sintió
Y el sollozo trajo a mi su pena
Corrí rápidamente hacia el grito
Para ayudarla en lo que pudiera
Avanzaban como fieras hambrientas
Sobre la mujer caída en la arena
Eran muchos y parecían campesinos
Empuñaban cuchillos y palos para matarla
Blandiendo mi espada les corte el paso
No parecían sorprendidos al verme
Semejaban una jauría de chacales
Que desesperados atacaban sin pensar
Atacaron torpemente y poco a poco
Mi espada sesgo sus vidas
Su cobardía tenia olor a peste
Y no merecían piedad alguna
Dejarlos con vida no hubiera importado
No eran guerreros y solo alardeaban
El tigre no combate contra el perro
Pero llegado el caso lo tiene que matar
Entonces fui junto a la joven
Que permanecía tirada en la arena
Alzo la cara y me sentí impresionado
Era una bella morena de ojos verdes
Enganche mi carro a los caballos
Y con toda dulzura la subí a el
Había un extraño embrujo en ella
Y sus ojos relucían en la oscuridad
Trepamos por un sendero pedregoso
Cuyas piedras parecían chillar
Luego de mucho andar me dijo
Que habíamos llegado a su morada
La negra boca de la caverna
Se abría cerca de la cumbre
Descendió con agilidad felina
Y me invito a ser su huésped
La cueva era grande y espaciosa
Estaba lleno de gruesas mantas
También había armaduras de guerreros
Apiladas prolijamente en el fondo
Vi una mano que aparecía
Y apunte hacia allí con mi espada
El deforme monstruo me lanzo una mirada
Que era una mezcla de inocencia y temor
Es mi amigo y vive conmigo
Me dijo la bella hechicera
Vive con el temor de que nos ataquen
Y me cuida de los campesinos
Siéntate y come, debes estar cansado
Me alcanzo alimentos y vino
Bajo los parpados con suavidad
Y su sonrisa parecía cautivarme
El calor del vino quemaba mis entrañas
Y a pesar de ser un perro de la noche
El calor de la hoguera y su dulce voz
Me fueron llevando al sueño profundo
El monstruo deforme estaba ante mi
Y me miraba de una manera extraña
Luego de un pronunciado silencio
Con toda la pena de su alma me contó
Creí que era muy tarde ya
Para hacer algo por ti
El vino estaba envenenado
Porque ella era una hermosa bruja
Sus demonios la enloquecían
Y ella se ensañaba con todos
Te drogo a ti que eras el único
Que hubiera podido salvarla
Ahora voy a la cueva de mi amada
Los campesinos deben haber terminado su tarea
Solo me queda despedirme de ella
Y decirle que siempre la voy a amar
Ahora ya nada importa
Te preguntaras muchas cosas me dijo
Pero las preguntas son al hombre
Lo que la sal a las heridas
Se alejo con su paso desigual
Un extraño monstruo de joroba bamboleante
Un monstruo mitad hombre y mitad pesadilla
Me dio lastima su soledad y la tristeza de sus ojos.
Monte el carro y decidí partir
A lo lejos se sentían los pasos
Lúgubres de los campesinos
Que descendían de la cueva
Me aleje con ciertas nostalgias
Porque creí encontrar una amiga
Y el destino solo me enseño
A que nunca se debe confiar en nadie, nunca.