La cerveza era más rica cuando era inocente.
La noche era más tibia cuando no era viejo.
Las calles eran eternas cuando no tenía donde ir.
Los días eran más largos cuando no tenía horarios.
Los besos eran más suaves cuando todos eran el primero.
Y cada deseo era posible y cada mirada un misterio.
El mundo era gigante cuando todo era un cuarto.
El cielo era más limpio cuando sólo debía mirarlo.
El tiempo era lento cuando era sólo eso.
El dinero era divertido cuando sólo era un medio.
El amor era más puro cuando era un deseo.
Y cada sueño era posible y cada sonrisa un secreto.
Las canciones eran únicas cuando todo era música.
La cama era un mundo cuando era todo lo que había.
Los peligros eran irreales cuando nada importaba.
Los mareos eran divertidos cuando los buscábamos.
Las palabras eran todo cuando sólo hablaban de nosotros.
Y cada roce era excitante y cada dolor pasajero.
Y hay días en que todo se vuelve gris.
Y hay instantes que se desvanecen.
Las esperanzas se vuelven algo del pasado.
Las personas divagan con agujeros en sus almas que absorben todos los síntomas de este suicidio temprano.
Y casi todo lo que digo se diluye en demoras y retrasos.
Y casi todo lo que hagamos es algo repetido.
Y casi todo lo que decimos carece de sentido.
Y nada de lo que compramos llena este vacío.
Somos todo ojos tristes y sonrisas maltrechas.
Somos los que nacimos con las manos atadas y la fe destrozada.
Y la promesa de un mundo sin limites es sólo esta jaula de confort.
¿Es que nadie más lo ve?
Te escucho en el teléfono aunque no te entiendo.
Y cuando finalmente te pregunto ya sé la respuesta.
"Tal vez mañana" ...
es la frase de todos los días...
Arnaldo Sejas (Ellarvarecords@hotmail.com)
Sobre el autor:
Arnaldo Sejas es de Necochea (Argentina) y ha publicado dos libros, ambos por medio de editoriales independientes y fanzines. El primero, titulado
Nuevos milagros del 2000 para pendejos embotellados (1999) y el segundo, titulado
Poesías para el después (2002).
Otros relatos y poemas mandados por Arnaldo Sejas:
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