Soledad, ¡no vuelvas más
a inquietar las aguas del mar!,
no seas constante compañía,
pues sólo te quiero un rato
para recorrer estas playas
y regodearme en la brisa fugaz.
Soledad, dulce compañía,
cuando solos tú y yo
nos encontramos
en completa armonía.
Soledad, bien recibida,
en la quietud del pensamiento,
¡gran encuentro!, con mi yo interno.
Soledad amarga compañera,
porque mi cuerpo
ansía vibrar,
en los besos lúbricos
de un juego sensual.
Soledad no quiero, no puedo
tenerte a mi lado,
prefiero un cuerpo, una mente,
un ser, que llene mi espacio,
que robe mi tiempo,
que acabe mi aliento,
que agote mis ansias.
Un ser que sólo me haga recordar
que existes, soledad,
en la quietud de su universo.
Edgar Martínez Castro (emc) (luisww@prodigy.net.mx)
EDAD: 26 AÑOS
ESCRITO: 8 DE ABRIL DE 2000
Poemas de Edgar Martínez Castro:
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