La noche en que morí, viaje por todos los lugares que un día creí conocer... y digo creí, porque esa noche, todo lo vivido parecía un sueño... ¡Sí, un sueño! Nada lucía real. Era como si todo yo hubiera sido un sueño en la vida. Veía mis momentos, mis amados recuerdos y nada era real..., y lloré y grité y me desesperé porque eso significaba que yo no era nada, y creí entonces que no había vida: no había vida verdadera porque ante mí en ese momento se posaban una serie de fantasías, que eran lo que yo creí haber vivido. Pero nada era cierto, porque esos lugares nunca existieron, porque esas personas nunca vivieron, porque esos amigos jamás lo fueron. Y entonces me miré a mí mismo y vi que tampoco era real, porque también me desvanecía hacía la nada. Y esa noche, la noche en que morí, le dije adiós a mi realidad y me interné en el mundo de los sueños reales, en el mundo de las fantasías vividas y fue cuando nací de nuevo, cuando entendí que lo que vivo es sólo un sueño, porque nada es real... ni yo existo... y acá, desde mi sueño real imploro ayuda, porque es triste ser un espectro del destino, porque quiero ser real de nuevo, o por lo menos creer que soy real, así como antes... Hoy pienso que la única forma de ser yo otra vez es morir muchas veces hasta encontrarme a mí mismo... amando con plenitud hasta la muerte. Y ese día, creo y espero... seré real de nuevo.

Kassandra K. (kassandrau2@hotmail.com)

Nota: Si lo desea, me puede enviar sus críticas y/o comentarios sobre el escrito de arriba. Gracias.

Escritos breves de Kassandra K.: -Nada lucía real-    -La tormenta de esta noche-