Estamos sentados frente a frente
esquivando nuestras miradas
sin reconocer por qué
hasta que de pronto nos miramos
simple y sencillamente
reconocimos algo parecido al amor
que fue desde el primer momento que
nos miramos a los ojos, los cuales
estallaron de placer y estrellas de amor
comenzando a palpitar más aceleradamente
nuestro corazón
hasta que por fin nos animamos uniéndonos
en un solo beso de amor.