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Muchas personas que inmerecidamente recorren mis poemas y a quienes deseo agradecer públicamente, mediante estas líneas, tan alto honor, me han reclamado permanentemente el porqué de mis intervalos tan prolongados para publicar. La respuesta, lastimosamente, no la tengo. Pero les ofrezco una hipótesis: La razón de este vacío de réplica, creo, radica en varios factores que se concatenan entre si.
Pero hoy, decidido; y contando con el apoyo de muchos amigos que representan a importantes instituciones, cuyo listado encontrarán en la página siguiente, las mismas que navegando “contra la corriente” han decidido apoyar a la cultura; me he dispuesto a entregarles un conjunto de poemas que espero se queden anclados en sus mentes y corazón.
“El Triunfo del Poeta” (I Parte) nació a la luz de ir escribiendo poemas tratando de buscar un solo tema, no tardé mucho en descubrir que el tema era la misma poesía. Debo ser honesto que algunos proyectos se perdieron entre papeles itinerantes u ocasionales, descarnadas autocríticas o algún ceño fruncido de parte de algún amigo lector. Es difícil para alguien que escribe poesía, y más aún para un autodidacta, cual es mi caso, aventurarse a entregar una obra, siempre existe el temor a no ser preciso en cuanto al contenido escogido o también se sucumbe ante el temor de no estar entregando un buen producto al público. Vencidos los óbices y temores “El Triunfo del Poeta” (I Parte) se dispone, en base a su calidad y no a la ilusión del autor, (que no deja de ser inmensa) , a conquistar un lugar en el sentimiento de las personas que gusten disfrutarlo. Reclamando siempre la sinceridad y seriedad en las críticas que la obra provoque.
EL TRIUNFO DEL POETA
Se marcha por la mañana
Y bajo el brazo
El Sol
Es el Poeta
Rumbo a la vida
a lustrar con su alma
la belleza
En su trémula habitación
Haciendo cabriolas
la compañera de siempre
le dice
“vamos”
Aspira los versos
que se agolpan en su mente
como tropel de heraldos
Son figuras
¡Racimos de vid fresca!
En sus pulmones las flores
acomodan sus perfumes
y sus ojos se llenan de color
Regresa ¡El Poeta!
Barco en el hombro
Cara sellada por la felicidad
¡Otro día ganado a la vida!
HUELLAS SOBERANAS
Puedo robarle a la vida
los caminos más variados
Y entregarte en la mañana
avenidas de agua fresca
que reposen en la alberca de tu alma
Puedo estrujar entre mis manos
la dureza de los tiempos
Masticar los albores
al punto de ahogar el silencio
De qué vientre tan lejano
vendrán las palabras
a mi mente?
En qué remolino de la vida
se perderá la sombra
más sagrada de tu existencia?
Vive ¡Vive para mí!
En virtud a las Huellas Soberanas
impregnadas de esperanza
NOCHE AZUL
Pasas
por las noches que suspiran
clemencia
Has estado insomne
recogiendo estrellas
a expensas de la luna
Si te viera
el ángel que ayer te trajo
su corona de pecados
para dártela en medio
del rocío
Si cantaras con la misma
melodía con que
ahuyentaste los vestigios
del dolor
A dónde irás con tu sombra
penitente?
En qué recodo de mi angustia
mojarás tus ojos
con mi llanto?
¡Yo te imploro que dejes sonar las trompetas!
Por que ellas anuncian
que el día se recostó
en el esparto de mi alma
PARA TI, AMADA TRANSEÚNTE
Descorro el telón de la tarde e ingreso en los campos
de la poesía.
Allí todo es puro y fresco.
Los ruidos extraños que el mundo se inventó
desaparecen.
¡Cómo pudiera traer a mi familia conmigo!
Mas ellos prefieren la rutina que conduce a la
nada.
Sigo caminando y el gran espejo del silencio
me desnuda.
Un fuerte golpe en mi pecho me anuncia que la puerta
que traspasé
se cerró.
Ya no hay los niños pidiendo diez céntimos.
Ni las madres llorando por sus enfermos.
Acá no existen los horarios.
La extensión de la palabra se recorre sin cansancio.
No soy un hombre: Soy una voz.
“Estoy dormido”, me grita.
Los ríos y los pájaros
tienen el color del “te quiero”.
Las calles se han echado junto al pasto
y marcan un camino.
Poesía, Amada transeúnte,
que no pides sin dar
y das sin pedir.
A lo lejos
la mano del amigo se levanta,
voy hacia él
y nuevamente encuentro
el
Mundo.
MADRE MÁRTIR
Cuántas veces en tu avenida de rosas doblé mi rodilla ante el
cansancio
de hacerte infeliz
Yo llegaba aquel día que los hombres señalaban como “Tu día”
Provisto de accesorios
¡Para qué trabajaras más!
Si pudiera madre hoy reviviría tu existencia
para que las palomas que engendraste en tu pecho
me enseñaran a volar.
Cuando tú partiste el vacío de mi mente me reflejó
mi cobardía y me di cuenta
que todavía no he aprendido a caminar
No he aprendido a doblar el tiempo.
A mirar la mañana y colocarla sobre el hombro con
todo lo que el día trae
Todavía no sé en qué lugar del laberinto
se esconde tu sonrisa
Para imitarla y derrotar a la desgracia
Tú te has ido madre
Llevándote el color de las rosas
y desde tu partida
se despintaron los días
Mis cicatrices y dolores se acentuaron más
haciéndome saber
que más allá de la oscuridad
estaba tu luz
La que yo muchas veces
apagué
DÉCIMAS PARA MI JUVENTUD
PACASMAYO RIO ESCONDIDO,
DE CRUZ FARO Y MALECON.
CRISTO BLANCO, BIENVENIDOS;
BARRANCOS, PEÑAS Y GRAN SOL.
Muchos hablan de tu pasado,
de tu historia milenaria,
mas en mí se han quedado
las vivencias de mi diaria
primaria y secundaria.
Y aunque no soy muy leído
¡Puerto mío bienquerido!
En versos quiero recordar
esa etapa singular:
PACASMAYO RIO ESCONDIDO
Los domingos de la misa,
reunión con los scouts,
en “La Trinchera” los fouls,
en la esquina la risa,
al cine “Gloria” de prisa;
donde Buchelli el pop corn,
el Centro Social vacilón,
“Los Yacos” y “Los Maracaibos”;
corriendo olas les hablo
DE CRUZ FARO Y MALECON.
Los cruceros, los turistas,
en tu mar y por tus calles
van de blanco y largavistas.
Feria de Marzo en el Valle.
"Espartanos" dando el baile.
"El Chino" grita decidido,
sus diarios no ha vendido.
Don Gonzalo Ugás expresa
su filantropía excelsa;
CRISTO BLANCO BIENVENIDO.
Palos Verdes, carnavales.
Papitas de Arizola.
Pesca en el muelle a solas.
Tanabe y sus novedades,
con Don Guillermo no hay males.
Después del corte el alcohol,
pelo a cero, chicle mentol.
"Raimondinos buenos días..."
Y junto a las alegrías
BARRANCOS PEÑAS Y GRAN SOL.
YO FUI UN LIENZO
Yo fui un blanco lienzo
en las supremas manos de Dios;
y muchas veces pensé
que pude ser dos.
En el alma me pintó
una extraña alegría
y de los ojos me borró
la verdadera mirada mía
Es mi cuerpo una policromía
de los juegos del hacedor;
coloreó mi anatomía
dejándome sin color.
Yo fui un blanco lienzo
en las manos de mi Dios;
él me hizo muy extenso,
ALMA Y CUERPO, somos dos.
SENTIMIENTO MELOGRAFIADO
Siento que la sombra de tu cuerpo se apodera de mis noches
y yo vago sigiloso
entre los cactus de tus manos
Regreso
sereno pero fatigado
de morir
A dónde vas
Gacela de los Montes
Oscura voz que sale del parnaso
para posarse en mi alma
Crepita la lluvia
Fina lluvia
entre tu pelo rizado
entre tus labios
sangrantes
perdiéndose junto a la bruma de tus besos que navegan
muy al fondo
del desierto
PADRE, JUEGO DE DESTINOS
Muchas veces la luz de la mañana me enseñó
a mirar nuestras pisadas
y compararlas
Tantas nubes pasaron sobre
el horizonte
y yo
asomándome a la baranda
de los sueños
hice un alto en la cresta de las olas
y me vi
Hecho tú
burilando la vida
en cada verónica abierta
a la sonrisa
Me emociona el parecido
Me suspendo en la penumbra algunos días
¡Hombre al fin!
... y luego
poseído por tu sangre
camino
Un lápiz
un papel
Trémula caricia a la vida
Sobre el hombro la felicidad
Para recalar siempre en la paz
de la fe y
la ilusión
del centinela que entrega
la casa
incendiada
con el aroma
de la justicia
¡Oh Papá!
MAESTRO
Vuelvo la mirada hacia el bosque
que dejamos entre las sombras.
Salí de él
¡Me enseñaste a salir!
Transformando mi inocencia
en saber.
Bello ejercicio
cuando sacudo las playas
y los años
empinan su mirada para verme
a lo lejos.
¡Maestro!
Tu tea
encendida en mis ojos
brilla por siempre en el mástil más alto
de la vida.
Entre cuadernos y borrones
tu mano fértil
sembró la ciencia
¡Soy tu cosecha!
...sobre el orondo girasol
que luce las corolas del saber
tu nombre Maestro
opaca el tañer de las campanas
por que la fuerza de tu estirpe
es el sonido más clamoroso
de los siglos...
Víctor Andrés Gómez Ruiz (vagopoeta@hotmail.com)
Este poemario se publicó en papel el 16 de julio del 2004
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