Un día la luz del sol, dejará de brillar y el mundo
se quedará a oscuras, el día será una noche eterna,
y el cielo será negro con pequeñas luciernagas.
Un día todas las estrellas se fugarán hacía otro planeta.
Las puertas del cielo se abrirán y éste caerá.

Aunque esto sea un infinito muy muy lejano, que nadie
se alarme, por que durante un incansable tiempo,
se irá formando una fina capa, que nos envolverá
y así una tras otra hasta formar una estructura terrestre
por que como todo en la vida,
nada es eterno, las cosas poco a poco se deterioran y
se hacen viejas, llegando a desaparecer.

Así que aprovecha todo lo que puedas;
mira el cielo, ¡ves! ¡que azul más intenso!
Ahora cuenta las estrellas
y si alguna desaparece, deséale buen viaje y
pídele un deseo, y nunca olvides pasear bajo
un atardecer con el cielo jueguetón y sus brillantes
rojos, naranjas y amarillos porque cuando
renuevas algo perdido, es parecido
pero no lo mismo.