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La tarde brilla, con su encanto de plata,
saltando iba la niña, entre flores y retamas,
con su cantar, en alamedas llenas de sombras,
huele acampo mojado, en el silencio del Alba.
Las nubes arrastraban el viento en la madrugada,
en la oscuridad del Camino cantando iba con calma,
llevando en sus risas, a los luceros del alba,
mirando en la fuente de cristalinas aguas.
Fuente de clara , espuma sonora y cálida,
en la luz del azul Cielo en la madrugada,
una alondra canta al despuntar la mañana,
en el azul del Cielo allá en la distancia.
En una piedra la hermosa Niña descansaba,
la Luna reflejaba su luz, como ascua dorada,
el alba brillaba, en el río ella se bañaba,
agradecida la Luna con su Luz la abrasaba.
La madre lloraba, por su hija adorada,
la tarde moría, la Niña no regresaba a casa,
los pájaros la llaman con sus alas desplegadas,
a la Niña que esta mas bonita que al alba.
La Niña a su madre le cuenta su hazaña,
que al bañarse en el Río, la Luna la embelesaba,
mirando una y otra vez a la Luna blanca,
su pesar se detenía parándose en la distancia.
La Victoria 12 marzo 2009
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Poemas de Jose Joaquin Muñoz Castro:
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