De la palabra Libertad, en cualquier idioma, dimana la esencia consustancial inherente a cualquier Ser vivo. El Ser humano, como el irracional, nacen libres por derecho natural. Ésta Libertad, en el Ser pensante, jamás deberá encadenarse a ningún dogma retardatario ni a ninguna dialéctica esquizofrenoide. En el irracional, no debe de existir barrera ni barrote que restrinjan ni limiten su instinto libertario. Libertad es creer, crear, pensar y la idea convertirla en palabra, en pintura, en música, en letra, con la Libertad de saber que, nuestra Libertad, termina donde comienza la de nuestros semejantes pero, con la convicción de que, ese coto a nuestra Libertad, es algo que hemos convenido como una salvaguarda de la Libertad de los demás y la nuestra.

Libertad es establecer nuestras propias leyes de acuerdo a nuestras costumbres (las costumbres se hacen leyes) y tener la Libertad de respetarlas con la certeza de que, nadie puede (ni debe) ser usufructuario de las mismas.

La Libertad no tiene precio, ni se otorga ni se coarta, nace con el Ser y sobrevive al mismo.

Libertad es extender las alas al viento y emprender el vuelo sin más barrera que el infinito azul. Cruzar los valles, los montes, los mares y todos los viejos caminos ondulantes del aire. Es remontar el cristalino río, perderse, buscarse, encontrarse y confundirse con la aguas, con las piedras, realizar la divina Libertad reproductora y, dejarse llevar por la corriente, hasta las aguas salobres del océano.

Libertad es olisquear la tierra perfumada por el viento, seguir la huella (en silencio) de la posible presa y, entre las sombras de la noche, consumar la Libertad de lograr el cotidiano alimento, saciada la necesidad instintiva, en paz, contemplar las pequeñas gotas de rocío resbalando entre las hojas y, levantar la mirada hacía el abismo, y ver las mismas gotas desprendiéndose del cielo. Vivir sin Libertad es vivir en el limbo de lo ignorado, del silencio, del vacío, de la nada.

El ave en la jaula canta, más no por ello es feliz. El hombre en cautiverio también canta, sin embargo, su canto, (el de ambos) refleja sólo tristeza, hermana de la desesperanza.

En fin. Libertad es, ser y sentirse libre desde el primer grito a la vida, transitar por los senderos de la existencia, sin más cadena a nuestro libre albedrío, que la voz imparcial de nuestra conciencia.

Anselmo Gonzalez Madrigal (monterrey_glz@hotmail.com)