Lejos del tiempo
Habitan las manos
Que saben crecer en los invisibles
Frutos del silencio

Lejos del tiempo se dibuja la amistad perfecta
Que conoce siempre
El sabor primero de los sueños
La forma última del cielo

Nacen los árboles
Lejos de las palabras
Y las oficinas
Y el río de vuestras manos nos desnudan
Y limpian con su locura transparente

Caminamos todos nosotros
Dentro de vuestras miradas
En el corazón de vuestros manos
En el regazo de un mar que nunca puede ser olvidado

Lejos del tiempo despertamos
Para caminar a vuestro lado siempre
Y no nos hace falta preguntar nada
Para poder sentir el calor fresco
Y limpio de vuestras miradas
Que nos regalan días y caminos
Abrazos y presentes nuevos
Lejos del dolor
Y sus oscuras mentiras

Y no hay día ni fiesta perfecta que pueda nacer
Sin que vuestras manos se atrevan
A desnudar con valiente alegría
Todas las montañas y sus miedos

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