En un lugar cualquiera
donde puede estar tu hogar
el manto de la muerte
conforma una mortaja
de horror y sin piedad.
El sordo eco de bombas y misiles
hoy son un holocausto
y niños , mujeres, hombres y soldados
son mártires anónimos del odio
de otros seres, bastardos e insensibles
que matan sin razón
tratando de saciar en nombre del imperio
la farsa y el fantoche de dar la libertad.
No queda nada en pie y el olor putrefacto
perenne en el ambiente, demuestra
que la guerra tan sólo siembra muerte.
Villanos de dos bandos matando la paloma
que cae y se desangra, quebrándose la paz.
No importan cuantos mueran de uno u otro bando
total no existen ya.
Más quien salga victorioso y gane la batalla,
inexorablemente también la perderá.
HUGO F M OTERO (hugootero@LatinMail.com)
Otros poemas mandados por Hugo F M Otero:
|