La estatua, ya no se alzaba con la majestad de antaño en el centro de “su plaza” . Se encontraba descolocada . Habían remodelado el trazado de la que fué su ubicación durante largos años . Cambiaron su emplazamiento, no tuvieron la delicadeza de pedirle su opinión. . Antiguamente se alzaba encima de una gran escalinata y desde allí, podía divisar la zona “ acomodada “ de su ciudad. Había sido testigo mudo de acontecimientos al parecer insignificantes, pero definitivos en la vida de muchas personas: primeros amores, besos, rupturas, plantones, pandillas juveniles, recuerdos de niñez , juegos infantiles etc . Había ultimamente muchos ancianos que se abrían a una vida nueva y aprovechaban el solecito y que estaba en el centro de la ciudad para establecer nuevas relaciones que atenuaban su tristeza y soledad, compartían dolores físicos y emocionales que eran los que más dolían: abandono por parte de los hijos que tenían como prioridad su trabajo.
¡ Si ella hablara ¡ , si pudiera volver a vivir su vida intentaría que las cosas fueran mejores, dar unos pequeños consejos pero sin agobiar. Ya sabemos que el ser humano es aquel que no se cansa jamás de tropezar en la misma piedra sin darse tregua. Escuchando tanto y viendo tantas cosas había acumulado sabiduría, había aprendido a ser paciente. Al menos eso creía ella.
Un buen día se produjo una fiebre urbanística en la ciudad, nada de arbolitos, zonas verdes y cesped que son muy costosos. Todas las plazas de adoquín que es más barato. Había un ficus centenario y lo respetaron. No tardaron en repelarlo porque en él
anidaban los estorninos, en gran cantidad. . El vecindario se quejaba del ruido de las aves. Había utilizado todos los métodos habidos y por haber para que se alejasen y no alterasen el descanso de los vecinos. Ellas no se dieron por vencidas ¡ de aquí no nos moverán ¡ , este es nuestro hogar, nuestro nido. No queremos que nos echen.
La plaza era única . La circulación no era conforme a las agujas del reloj sino en sentido contrario. La remodelaron y no le pidieron a nadie su opinión ¡Cuantos accidentes se produjeron¡ No se pueden alterar las costumbres de un plumazo y menos los hábitos cirulatorios.
Hicieron una plaza adoquinada de forma redonda. Los terrenos fueron un acto de generosidad de un hombre acaudalado que supo que así sería recordado . Cuando la construcción estaba casi finalizada , se dieron cuenta de que había una claúsula en el contrato de cesión . Decía que se cedían los terrenos con la condición de que estuviese la estatua, si no los terrenos que valían un pastón retornaban a los legítimos herederos y adiós plaza.
La estatura no era muy grande , pero si bella . Era una mujer, había sido hermosa y muy querida. Tenía una palona encima de su cabellera rizada, y una figura graciosa , a la vista resultaba linda , pero sin ser pretenciosa. Tuvieron que buscarle nuevo acomodo como pudieron. El resultado no fué muy armonioso. Se hizo al fín lo que se pudo.
¡ Menudo chasco ¡- se llevó. Ya no podía divisar desde lo alto lo que ocurría en la ciudad. Quedó a ras del suelo. Fué la época en que empezó el fenómeno de la emigración. Cambió el mundo y también las personas que iban por la plaza. La gente vivía muy deprisa . No se relacionaban como antes. No quedaban allí, sino en cafeterías . Los jóvenes salían a partir de las once y los niños no jugaban a esconderse, ni a pillarse. La nueva moda eran las consolas y los video juegos, sólos en casa sin apartar la vista del ordenador.
Tenía tristeza y se sentía muy humillada, con la moral a ras del suelo como su nuevo emplazamiento. ¡ Si al menos pudiera prostestar¡ , pero ya se sabe que las estatuas no hablan. Los ciudadanos se llevarían un susto de muerte . Como estaba tan cabreada se entretuvo mirando los acontecimientos que tenían lugar cerca de ella. Se percató de que podía escuchar mejor . Lo vivía todo más de cerca. Y se dió cuenta de que allí mismo podía aprender cosas nuevas . Personas que ayudaban a otras de su país, porque recordaban que ellos habían estado en la misma situación y lo habían pasado realmente mal y un ángel les tendió una mano. Otros que ofrecían su casa, porque el paisano no tenía un sitio dónde dormir, o les recomendaban a alguien que conocían para que cuidase niños, o hiciese tareas domésticas por un sueldo irrisorio.Lo importante es sobrevivir . Mujeres que cuidaban ancianos con cariño porque se sentían agradecidos y quedaban con otras que se encontraban en la misma situación. Se ayudaban en la dificil tarea de sobrevivir día a día. Citas concertadas por medio de un periódico para conocer a alguien a quien amar ó que nos pudiese dar un trabajo digno.
¡ Soy afortunada¡ - se dijo- Yo trabajé duramente y aquí estoy alzada a ras del suelo enmedio de una plaza que ha cambiado de dirección, pero las historias son siempre las mismas. A mí me recordarán siempre, pero cuántas personas buenas dignas de recordar sólo perdurarán en el corazón de aquellos que las amaron . Se alegró de estar más cerca de la gente y nunca jamás volvió a sentir tristeza Su melancolía se alejó de un plumazo . Se sintió plenamente feliz y se aferró a su nueva ubicación igual que los pájaros se aferraban al ficus centenario y a pesar de todas las presiones no abandonaron jamás su nido.
Maria Luisa Agost Suárez (lagost_66@hotmail.com)
Enviado el 1 de agosto del 2006
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