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Amaneciò el dia frio y soleado, nada extraño, teniendo en cuenta la epoca del año en la q estaba.
Abrio los ojos y salto de la cama como un resorte, se acerco a la ventana y vio q aunque el descampado q divisaba desde su habitacion mostraba signos de la helada nocturna, no habia nevado, como habia sido su esperanza.
Corrio hacia el salon.
Alli se encontro con sus padres, ambos revisando unos libros de contabilidad q no seria capaz de cuadrar ni el mismisimo John F. Nash.
Al ver aparecer a su hijo, la cara de ambos cambio radicalmente, dejando de lado la desesperacion, para mostrar la mas maravillosa de sus sonrisas.
Los saludo dandoles un beso rapido y de un salto se planto debajo del modesto arbol navideño.
Habia pedido algo q consideraba factible, ya q habia oido hablar a sus padres de lo mal q estaba la economia en el mundo y en su pais en particular, y a pesar de contar solo con 5 años (5 y medio, le gustaba a èl recalcar cuando sus padres decian su edad a algun amigo o conocido), habia entendido q si habia crisis economica, seria para todos, incluidos los reyes magos.
Habia pedido el castillo medieval de los 'click', y cuando vio q el regalo q llevaba su nombre, no era del tamaño esperado, un hondo pesar le encogio el corazon.
Sus padres observaban compungidos como habia cambiado el rostro de su pequeño, q al abrir el regalo y descubrir lo q le habian dejado los reyes, levanto los puños hacia el techo y grito:
'Q he hecho mal esta vez, q he hecho mal....¡¡¡¡'
Y se encerro en su habitacion dolido y sin comprender porq le ocurria esto a él q habia sido bueno, habia estudiado con ahinco y habia sido un buen hijo.
Su madre no lo soporto, y llorando se encerró en el baño, como hacia desde hacia menos de un mes, para q su hijo no la viera.
El padre, dolido y descorazonado, el negocio q tenia con su mujer y su mejor amigo se fue a la ruina hacia poco menos de un mes, despues de q su socio desapareciera con todo el dinero del q disponian, las cuentas del negocio y la caja, no dejo ni un centimo.
Esto habia hecho q estuvieran saturados por la cantidad de facturas y pagos atrasados q les dejo su 'amigo'.
No esperaba la reaccion de su hijo, creyo q bastaria con el esfuerzo q habian hecho para q al menos tuviera un regalo, y le sorprendio tanto como le dolio la reaccion de su pequeño.
Cabizbajo, salio de la casa.
Cuando volvio encontro a su esposa preparando la comida, fue al salon, y un minuto despues volvio a la cocina, beso a su mujer en la frente susurrando unas palabras de consuelo q ella acepto con agradecimiento y entre los dos acabaron de preparar el plato preferido de su hijo.
Llego la hora de la comida, se sentaron como era costumbre, aunque el ambiente era triste y ni siquiera el q hubieran preparado su comida favorita, parecia apagar la tristeza del niño.
El padre, haciendo un gesto hacia el arbol de navidad, pregunto q era ese sobre q se veia entre las ramas del arbol, la madre sorprendida, ya q no habia visto ni sabia nada de un sobre, se acerco, lo cogio y vio q iba dirigida a su hijo; sorprendida observo el remitente, y su cara se iluminó, acercandose veloz a su hijo le entrego la carta.
Sorprendido, miro quien le escribia una carta y alucinando, empezo a dar saltos.
Abrio la carta y leyo en voz alta:
"Querido Pablo:
Te escribimos estas lineas para pedirte disculpas por no haber podido llevarte el regalo q nos pediste.
Sabemos q has sido un niño bueno, un gran estudiante y un hijo ejemplar, y prometemos q el año q viene te llevaremos el regalo q nos pidas, siempre y cuando sigas siendo tan bueno.
Debes saber q todo se ha debido a un error de uno de los pajes, q tambien te manda sus excusas y promete q no volvera a ocurrir.
Si te sirve de consuelo debes saber q tu regalo acabo en manos de un niño pobre al q le hizo una ilusion muy grande.
Deseando q nos perdones y te sigas portando igual q este año, se despiden de ti con un abrazo:
Melchor, Gaspar y Baltasar
Sus Majestades Los Reyes Magos de Oriente"
Pablo, emocionado y feliz, abrazo a sus padres y salio corriendo de la casa a buscar a sus amigos para contarles q le habian escrito los reyes magos.
Ella, sin salir de su asombro, abrazo a su esposo, 'gracias, amor, gracias', le dijo con lagrimas en los ojos.
'Tranquila, mi amor, todo saldra bien'
Galban (cuculen_travian@hotmail.com)
Enviado el 1 de enero del 2008
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