Yo le tengo mucha fe a ese negocio, el vecino que es un pendejo se saca toda esa plata con ese gangazo, como yo estoy pendiente de los detalles, no puedo ganarme un billete bueno con ese cruce, mañana temprano me pongo en las vueltas y saco los papeles de la casa para que cuando llegue este man tener todo listo y no dar la posibilidad de que se eche pa' tras, es que el que nunca arriesga no gana nada, se queda pegado de chichiguas y todo el mundo alrededor tapándose en plata, por eso ya di mi palabra y lo hago por que lo hago, además ese lote está muy bien ubicado, tiene ya las acometidas de luz y agua; en el periódico salió que para el 2005, por todo el frente estará pasando el metro.
Lo primero que haría es poner un letrero donde diga “este lote no está en venta”, es más, ya mismo se lo mando a hacer a Pablo para que no me coja por sorpresa, no ve que por esos lados es por donde le gusta vivir a los ricos. Luego con lo que me gane esta quincena, le mando a pelar toda esa maleza y el rastrojo, le digo a mi cuñado que me preste unos pesos y hago poner alambres de púa de los finos porque sino eso se me vuelve un cagadero de locos.
Dentro de poquito loteo el pedazo y como eso es bien grande alcanza para sacar unas cuatro o cinco casas amplias, contando con la que me voy a construir, mejor dicho, una rechimba de casa con balcón y todo. Vendo los lotes para construir lo mío y alquilo la casa de mi vecina mientras acabo allá, yo creo que en unos seis meses ya estoy viviendo en esa casota, me imagino a los niños jugando en el parque porque lo que está cerca del lote sí es un parque, no este rastrojo que hay por estos lado que no sirve sino pa' jugar bolas y pa' que los perros caguen. Ya veo a Jhon Edison corriendo por esa pista de ejercicios y a Víctor Augusto jugando tenis con esos chinos ricos, es que esa es la casa que merecemos, no estas casas del Inurbe bien caras y todas mal hechas, ocho años trabajando para comprar este rancho feo y mañana en el remate me gano ese lote facilito.
Me llamó el señor del banco y me dijo que todo está listo, que no es sino que llegue temprano y que él me explica lo que tengo que decir y hacer. Ya encargué en el pasaje Cali la botellita de huisquey que le voy a regalar por el favor; eso es una ganga, menos mal que nos tenemos confianza para hablar de hombre a hombre y entre varones no nos estafamos, eso me dijo en la cafetería cuando le di los dos millones, yo me sentí tranquilo por que ese señor se ve que es honorable y sin que se diera cuenta yo lo seguí hasta un banco para ver lo que hacía y todo mundo lo trata con respeto, mínimo es el gerente, él no me dijo nada, yo entiendo que la hace por seguridad, pero me dio los papeles del banco y todo, él mismo me llenó el formulario de la subasta, estoy tan ansioso que no puedo dormir, ya no veo la hora de que sea mañana, primero me voy a la notaría con él y hacemos el poder, él dice que eso es necesario para los tramites del lote, luego sacamos las escrituras de la casa y nos ponemos a autenticaras.
A las 11:00a.m. es lo del banco, él se va por su cuenta y yo llego solo con la solicitud que él me llenó, cuando lleguen al lote 56 y digan: “lote ubicado en San Fernando de 975 metros cuadrados y valorado en $80 millones”, yo levanto la mano, “adjudicado para el señor de la propuesta número 469” y listo, mejor no puede ser, mi cuñado me prestó el vestido completo de su matrimonio y los zapatos me quedaron muy bien remontados, no es sino que amanezca y listo, además el señor me dijo que no tenía que desocupar la casa mañana mismo, que cuando me dieran los papeles del lote la desocupara, que eso se demoraba una semana, que no me preocupara, me dijo que no fuera a empezar a llamar al banco a preguntar cosas, que él se encargada de todo, que me tomara una semana para acomodar el trasteo.
Mi mujer no me cree que eso tan barato pueda ser cierto, ¡mujer de poca fe!, por eso no tiene nada en la vida, ni ella ni nadie de su familia, son unas desconfiadas, a todo momento creen que la demás gente le quiere hacer daño. De todos modos me dio la firma para la venta y hasta en el fondo está ilusionada, hace tres días que vamos todas las tardes a sentarnos en el parque, ella lleva en las maletas jugo y pan, pasamos todo el tiempo mirando el lote y planeando nuestra casa, yo les dije a los muchachos que no hicieran tanta bulla pero ya en la escuela saben que nos vamos del barrio y casi toda la cuadra también se dio cuenta.
Mi mamá siempre soñó con tener una casa por los lados de San Fernando, lástima que esté muerta para poderle dar ese gusto, yo creo que ella desde la tumba está colaborando para que me salga el negocio, si me pongo hacer cuentas, $2 millones que le di al señor, unos $16 millones que vale esta casa, y los $3 millones que tengo que dar mañana en el remate, ese lotesísimo me sale sólo por $21 millones, no, es que ni por acá hay lotes de estos precios; pensándolo mejor, sólo venderé una parte del lote y esperaré a que el resto se me valorice, es que si uno no se mosquea la plata no le va a llegar del cielo y como están las cosas, estas gangas son cada vez más escasas.
Además el señor me dijo que si yo lo valoraba bien y era discreto me iba a meter para los siguientes remates del banco que según él son cada tres meses, yo le dije que sí, antes de esto yo me preguntaba como hacía la gente para llenarse de plata tan rápido, claro, hay que estar con los ojos abiertos, estar en la jugada y eso sí, ponerle mucha fe.
Omar Felipe Becerra Ocampo, 2002 (omarfelipebecerra@gmail.com)
Colombia
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