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Sus orillas, estaban pobladas de arboles,
el Sol brillaba, entre sus frondas verdes,
y la clara corriente, rizaba una brisa suave,
entre las verdes cañas, y las flores blancas.
Una tenue línea azul de suave viento,
rayaba en los arboles, del Azul del Cielo,
escuchando el arrullo de las inquietas aves,
las cuales volaban , raudas al infinito.
Un ruiseñor, atravesó el sendero luminoso,
Aquellos bosques, de singular hermosura,
ante tanta belleza y tan claros silencios,
era detener el Corazón, de puro placer.
se convertía en delirio, con el blanco lucero del Alba.
La visión serena, dulce y mayestática del paisaje,
daba paso por entre sus flores, a la naturaleza,
con un deseo intimo de añoranzas de libertad,
exaltándose el melancólico, espíritu del Poeta.
San Juan Despee 1 de febrero 1982
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Poemas de Jose Joaquin Muñoz Castro:
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