Las frases nacieron en la pantalla fría,
una y otra sílaba se confundieron en oraciones fortuitas,
y cada vez tomando forma de conversación infinita
se hicieron tiernas, bellas, simples y sabidas,
coloreadas con el tinte de nuestros sentidos secretos,
bordando en nuestra sensibilidad sus destellos,
de sueños eternos que bajo la piel laten con profundidad.
Y transcurrieron una a unas las frases de deseo y pensamiento,
los devaneos de éxtasis embrujador que cobija el cuerpo,
una y otra frase repetidas diferentes fueron confundiéndose en él dialogo virtual de este sueño,
un ensueño encantador que enredo en frases los deseos,
y que puso alas a la imaginación de dos seres inagotables y bellos.
Y enredando una a una las frases de aquellos cuerpos,
esculpidas en sus dedos frente al teclado de un frío monitor,
dejaron caer el velo de sus más sentidos deseos, y se torno
en encanto embriagador, en pasión y devaneo las frases poéticas
de un simple encuentro, que se torno en el sentir sublime y bello
de dos cuerpos y dos pensamientos que unieron sus frases,
que sacaron su deseo para enredarse en palabras de dulce ensueño.
Y que quizá en donde lo irreal se funde con lo real puedan
llegar a vivir su encuentro, a presenciar su sueño,
de amarse con entrega y totalidad como el dialogo de frases y pensamientos,
allí donde las estrellas nacen y muere el celaje del viento
será posible realizar algo tan bello.
dentro de la imaginación y la sensibilidad de dos cuerpos.
CELESTE
María Elena Córdoba (malena367@hotmail.com)
25 de abril del 2005