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El rincón literario: Cosas que pasan

Es una de esas tardes grises del mes de otoño, Enrique y María desde la ventana de la salita están contemplando como los árboles del jardín se están despojando de sus hojas formando una alfombra en el suelo de dos o tres colores, (es un bonito cuadro). La salita donde se encuentran esta llena de figuras, objetos y fotos antiguas de sus hijos ¡cuantos recuerdos!

Enrique y María son un matrimonio mayor que llevan un montón de años juntos, todas las tardes después de su acostumbrada siesta se sientan en la salita o bien en la galería según la estación del año en que se encuentran, se dedican a recordar tiempos pasados, hoy al volver a la realidad empiezan a recordar a Sergio su hijo mayor. En sus tiempos de buen estudiante siempre les había llenado de orgullo, sacaba las mejores notas del colegio, fue clasificado unas cuantas veces como el mejor.

Tenían cinco hijos, todos ya habían formado una familia, cuando su trabajo les permitía iban a visitarlos. Ellos eran mayores y vivían de recuerdos, hoy se dedicaban a pensar en Sergio que a pesar de ser un buen hijo fue el que más problemas les dio, no de niño sino de mayor.

Todo empezó cuando estaba haciendo el servicio militar., recibieron una carta certificada del capitán del cuartel donde se encontraba, primero se asustaron mucho, como el pensamiento corre pensaron que le había sucedido algo malo, pero la carta iba por otro camino que ellos no se podían figurar. ¿Qué decía la carta? ¿Que clase de noticias traía?

Empezaba la carta con un buen encabezamiento pero luego seguía lo peor, después de dar muchos rodeos les soltaba la bomba, decía: “señores siento mucho tenerles que comunicarles que su hijo se niega a realizar la jura de bandera”, por lo tanto nos vemos obligado a formarle un expediente, mientras tanto permanecerá en el calabozo, No se lo podían creer ¿que es lo que estaba pasando?

No sabían que hacer, Enrique era profesor de primaria, después de pensarlo saco la conclusión que en la carta no iban con remilgos sino completamente al grano decidió que tenían que ir ellos mismos para averiguar que pasaba y sin consultarlo a nadie cogieron el coche y se presentaron en el cuartel.

Preguntaron por el capitán, este les recibió en su despacho, conversaron mucho rato sin poder sacar nada en claro. Nadie sabía lo que estaba ocurriendo ni lo que le pasaba a Sergio, decidieron llamarlo para ver si les explicaba lo que estaba sucediendo.

Cuando se presento Sergio, se quedo asombrado no se imaginaba encontrarse con sus padres, después de los saludos, hablo Enrique muy serio:

¿Qué te pasa? Que es eso que te niegas hacer la jura de bandera?, creo que tanto el capitán como nosotros merecemos una explicación.

Sergio se quedo petrificado, quería hablar y no le salían las palabras, después de un buen rato empezó a decir : En el ultimo viaje que hice a Barcelona conocí una joven nos hicimos muy buenos amigos, hasta que terminamos enamorándonos, ella practicaba la religión protestante, y yo a pesar de haberme criado con la católica tanpoco era muy buen creyente, me costo muy poco cambiar de religión , pero en eso hay unas normas muy estrictas que hay que respectar y entre ellas esta que no te puedes inclinar delante de una bandera.

Los padres no se podían creer lo que estaban escuchando. Sergio hablaba muy serio y convencido, de momento se quedaron todos sin habla, el primero que reacciono fue el capitán.

Vamos a tranquilizarnos todos, hablar con calma haber que solución encontramos, ya que tenemos un problema bastante grave, todos estuvieron de acuerdo

El capitán era un hombre muy culto y además un buen orador, empezó hablar buscando los peros y los contras del problema que tenían, tanto hablaba para convencer a Sergio que este empezó a llorar como niño.

Mientras iba repitiendo que su único delito era no querer participar de la ceremonia católica en la jura de bandera. El sabia que era una falta muy grave, había leído en un articulo publicado unos años atrás donde un joven con las mismas convicciones que el, lo condenaron a muerte, pero aun así tenía que probar

Estuvieron mucho rato hablando, intentando que Sergio entrara en razón, el capitán le ofreció muchos libros para leer, para que se le abriera una luz y pudiera ver la realidad en la que se encontraba.

Pasaron unos días. Enrique y María se quedaron cerca de Sergio, tuvieron largas conversaciones, al final entro en razón, y todo siguió como si nada hubiese sucedido.

El problema ahora lo tenia el, quería de verdad a la joven y no sabia como decírselo, ¿le seguiría queriendo?, esperaría terminar el servicio militar para ver que sucedía.

Mientras tanto María y Enrique regresaron a su casa contentos de ver como se habían desarrollado las cosas.

Pasaron dos años y Sergio se caso en una iglesia católica.

A veces somos tan jóvenes e inocentes, que no sabemos el camino a seguir y necesitamos apoyo y reflexión de personas que nos quieran y nos aconsejan.




María Teresa (mtererovira@hotmail.com)

Enviado el 31 de mayo del 2010


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