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Estoy siguiendo por TV, porque no ponen otra cosa en todas las cadenas naturalmente, la llegada, visitas oficiales y recorrido callejero de la selección española, después de ganar MERECIDAMENTE, la copa del mundo de futbol.
Solo un gran equipo es capaz de llegar a una final de esa envergadura, y el español ha demostrado que está preparado física, psicológica y moralmente para conseguirlo, y lo ha hecho.
Es cierto que también interviene la suerte, y lo demuestran las demás ocasiones en las que no han sido tan afortunados, estando también, bien preparados para poder ganar.
Este acontecimiento es muy favorecedor para el prestigio de nuestro País, a nivel global, tanto deportivo, como económico; pero sobre todo porque durante los próximos cuatro años, futbolísticamente, estaremos en boca de la prensan del mundo mundial, y eso repercutirá favorablemente a todos los niveles.
Es abrumador el poder de atracción de masas que tiene este deporte, además de mediático y periodístico.
Como he dicho al principio, no se ve otra cosa en las cadenas de TV. Han sido felicitados por el Rey, el Presidente del Gobierno, y el seguimiento por las calles es multitudinario. Incluso van a dar una pasada La Patrulla Águila Roja, del Ejercito del Aire para completar el espectáculo de la fiesta que les han preparado al término del recorrido.
Sin duda, LA ROJA, va a derrochar más litros de tinta, que de petróleo.
Seria de justicia, que le prestaran a los demás deportes, un poquito de la misma atención que se le da al futbol, porque entonces en los Juegos Olímpicos, también pudiera ser que les fuera bastante mejor a nuestros atletas, y podrían subir a más podios de los que han subido hasta ahora, que en comparación con el resto de los países son bien pocos.
No he seguido ninguno de los partidos, porque no me gusta el futbol, no por el deporte en si, sino por ser un deporte que además de activar pasiones, activa en gran medida, (no es necesario que de ejemplos, los hay a millones), la parte más violenta que el ser humano ha heredado ancestralmente.
Solo he visto: la inauguración, los últimos diez minutos del último partido (en los que se metió el gol de la gran victoria), la clausura y el apoteósico recorrido de la selección.
De todo esto, lo único que me ha gustado, (aparte de los grandes espectáculos que han sido los actos de inauguración y clausura), es la capacidad que tiene el ser humano de unirse cuando tienen un FIN COMÚN, en este caso el FUTBOL.
Se han hermanado toda clase de personas con ideales diferentes, tanto políticas, raciales, y de clases. He visto felicitarse y abrazarse a negros con blancos, cristianos con musulmanes, ricos con pobres “aunque menos”, y todos muy contentos y eufóricos, unidos por la alegría de que ganara el equipo español.
Y me pregunto: ¿porqué no somos capaces de unirnos de la misma manera ¡no más¡ por erradicar otras lacras de la humanidad?, como por ejemplo el hambre y las enfermedades, que están padeciendo tantas y tantas personas en tantos y tantos lugares de nuestro planeta. ¿Porqué no somos capaces de unirnos para revelarnos contra todas esas injusticias que cometen unos pocos a multitudes?. Si cada persona que se ha puesto la camiseta roja, que se ha desplazado a ver a la selección, y que ha estado animando por las calles, hubiera depositado ¡ un euro ¡ ¡ un euro solo ¡, en una hucha gigante. ¡ o un céntimo, por cada cubata o cerveza bebida ¡ ¿imagináis las medicinas que se habrían podido comprar, la hambruna que se habría podido paliar, y la cultura que se habría podido impartir?.
No hace falta que os diga lo que podrían aportar los medios de comunicación, con las ganancias de las audiciones y la publicidad que han conseguido durante todo este periplo, ¡con solo aportar un euro por hora de transmisiones¡
Os invito a un reto, aunque os parezca una paradoja, demos gritos y saltos de alegría cada vez que nos enteremos que un niño se ha salvado de la desnutrición ¡como si se metiera un gol¡, cada vez que se alivie o se cure un leproso ¡como si se metiera un gol¡, cada vez que se construya una escuela en el tercer mundo ¡como si se metiera un gol¡,cada vez que se reconstruya un poblado chabolista ¡como si fuera un gol¡, cada vez que se enseñe como se cultiva un campo ¡como si fuera un gol¡, cada vez que se instale un sistema de conducción de agua ¡como si fuera un gol¡ cada vez que se inyecte una vacuna preventiva de cualquier enfermedad ¡como si fuera un gol¡
¿Sabéis las consecuencias a que daría lugar todo eso, verdad?, que se habría conseguido el aunar toda esa alegría, esa emoción, esa energía de buena voluntad, ese espíritu de solidaridad que tenemos los seres humanos, para así conseguir ganar, y levantar el mejor trofeo que se puede obtener, aún mejor que cualquier copa del mundo: EL ORGULLO Y LA SATISFACCIÓN DE HABER CONSEGUIDO, NO SOLO DESEADO, QUE LO BUENO QUE QUIERES PARA TI, TAMBIEN LO TENGAN LOS DEMÁS.
Murcia, 12-7-2010
Mª Ángeles Nicolás Guardiola (mariaangeles@arkade.es)
Enviado el 13 de julio del 2010
Relatos de Mª Ángeles Nicolás Guardiola:
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