Welcome/Bienvenido/Benvingut
Welcome/Bienvenido/Benvingut

El rincón literario: Consejo con respecto a los mayores

A la edad de sesenta años perdí a mi madre querida y entrando en los sesenta mi padre perdió la vida pero he tenido el consuelo y lo digo de corazón, que a mi me toco vivir una cosa sin igual con mi abuelo el cual siempre en casa tratado como un Rey fue, Hay tratar bien a los ancianos con un amor muy filial pensando en que nosotros tarde o temprano caminamos hacia allá y nos gustaría a ancianos llegar.

Algunos nos llaman viejos sin detenerse a pensar que aquel que no llegue a viejo, la vida le ha de costar cuando ven a un anciano por la calle pasear los jóvenes lo miran y dicen, ¿Ese viejo donde ira? Sin pensar que aquel anciano que por nuestro lado pasa, con premura, seguro sale a la calle por estorbar en su casa ¿Déjalo andar a sus anchas en su propio domicilio déjalo siempre sentarse en su sitio preferido? ¡Hacer siempre las labores cuando el no esta en casa!, jamás debieran decirle, póngase usted allá, donde no estorbe, y donde quiera que se ponga siempre estará mal, no hay que ponerle mala cara ni tampoco reprenderle, cuando se le caiga algo al suelo, a la hora de comer, y cuando fume un pitillo si se le cae la ceniza al suelo, no debéis con malos modos decirle ¿Para que esta el cenicero abuelo?

Cuando ocurren estas cosas solo debemos pensar, que eso es cosa de los años, él no quiere molestar solo piensa en pasar desapercibido y si pudiera hacerse invisible se lo haría. También para ciertas cosas se les debe consultar, y hacerle ver con agrado que es el Patriarca del hogar, Las hijas con cariño les deben decir a sus mamas, quien te manda a ti hacer eso, tu sentada debes estar, ya has trabajado bastante ahora te toca descansar, sin darse cuenta del daño que le acaban de causar, deja a la abuela tranquila y nunca le digas nada, que sea ella quien decida si hacer algo, o estar sentada en cuanto a los abuelos algunos tan pulidos, tampoco de ellos se puede renegar y hacerle la vida imposible, y a la calle haga frio lluvia, o ventee tengan que marchar, a pasear y ha meditar pensado en su doliente vejez

Os voy a contar un relato que de pequeño mis mayores me contaron, os lo voy a decir porque es bueno recordarlo. Había una vez en un pueblo no muy lejano un Señor cargado de muchos años, le temblaba mucho el pulso y rompía muchos platos, cuando con el pulso tembleton algunas cosas al suelo se le caían, tantas broncas el pobre de su nuera recibía, que su hijo desesperado, y harto de aguantar, los malos y el malhumor de su mujer, un buen día en la cocina, se puso a tallar de una madero traído del campo hacerle un cuenco de madera al abuelo, desde aquel instante paradojas de la vida, ordenado por su nuera, siempre con desden, y mala sombra, paso a comer en un rincón de la cocina con su cuenco, de una encina retorcida.

Su nieto que lo presenciaba cada día, y quería mucho a su Abuelo, va y le dice a su madre, muy tranquilo muy serio y muy sereno: Voy a buscar un madero, porque quiero hacer dos tazas para ti y para padre para cuando los dos seáis abuelos para que en los cuencos podáis comer.

Tal impacto en su conciencia recibió la nuera, que llorando amargamente, a su hijo le decía, ¡No te preocupes mi niño, que tu abuelo comerá con nosotros en la mesa, y en su silla!

Desde aquel día el anciano volvió a sentarse en la mesa y comió en plato de loza sacado de la vajilla, lo que no pudo conseguir el padre con broncas y disgusto y amenazas, lo consiguió el nieto con el cariño que a su Abuelo, le tenia.

¿No es un cuento?

¿Pero en la vida real es así?

¿Tenemos que ser mas humanos con nuestros mayores?

¡Ya que en ellos se encierran toda la sabiduría del mundo!

Por sus muchos años de lucha y desengaños, como los personajes de este relato, nos debiera hacer reflexionar sobre nuestras acciones ante la vida del Anciano, ya que solo le queda el cariño de los suyos, que son los que mas quiere en este mundo, aunque por el carácter de los mayores casi nunca lo demuestran, porque como siempre nos tienen inculcado desde nuestra niñez, que los hombres no deben llorar, ni sus debilidades al mundo mostrar, porque no es cosa de hombres, ir contando su infelicidad.

12/3/2002


José Joaquín Muñoz Castro (jjmcastro@hotmail.com)
Enviado el 6 de junio del 2012



Poemas de Jose Joaquin Muñoz Castro:

-Volviendo a ti-    -Volando al infinito-    -Tu luz-    -Puente de la Torre de don Lucas-    -El tiempo que pasa-    -Tarde agreste en el campo-    -Sueños más hermosos-    -Sueños de felicidad-    -Sueño irreal-    -A mi sonia a sus tres años-    -Siempre solo-    -De tu rosal las flores-    -A Rosa en su cumpleaños-    -Renunciación-    -Renacer de las cenizas-    -Rebelde-    -Quisiera ser poeta-    -Quisiera estar solo-    -En la plenitud de la esperanza-    -Paloma mensajera-    -A nuestra madre-    -Nuestra estrella-    -A mi nieta Berta-    -El misterio de tu voz-    -Mis recuerdos-    -Mis pesares-    -A mis nietas-    -A mis hijos-    -En mi memoria-    -A mi maestro-    -A mi limonero-    -La luz de mi vida-    -En el limite de mi tiempo-    -La eternidad-    -La deseperación-    -A la ilusión que marchó-    -Con ilusión espero tu llegada-    -Hermoso huerto de mi vida-    -A mi hijo mayor-    -Felicidad etérea-    -Fecha inolvidable-    -El espíritu del poeta-    -Tú para mi lo eres todo-    -El encontrarte-    -El borracho-    -El arroyo-    -Dulce sueño-    -Tu dulce nombre-    -Un domingo en el campo-    -Contarle al viento-    -Recoge cartones de la ribera-    -En los campos de Lucena-    -Caminando por la vida-    -Primeros balbuceos de Berta-    -Anocheciendo-    -Ando perdido-    -El amor verdadero-    -Amor escondido-    -Al amigo de verdad-    -A un amigo que se fue-    -Tus cincuenta primaveras-    -El amigo fiel-    -Al gran amigo ausente-    -Jesús en la cruz-    -Cuando el buen Dios me llame-    -Al buen Jesús-    -Al Creador-    -La niña no llegaba-    -Cansado en la lejanía-    -Consejo con respecto a los mayores-    -El cariño de los hijos-    -Manos de terciopelo-    -Rapsoda-    -A las flores-    -A mis raíces-    -El pueblo de mis amores-    -Triste y vacío-    -A mi pueblo-    -Romance a la Luna-    -Un anochecer de invierno-    -Con amargura-    -Locura de amor-    -Tu fuiste mi locura-    -Mi cobardía-




 
www.polseguera.com - © Polseguera. Todos los derechos reservados

info@polseguera.com