Admitirás, yo supongo,
dada mi provecta edad,
que te de varios consejos
no peques de ingenuidad.
Aprender tacos foráneos
es de gran utilidad,
pues se usan en todo el orbe
que es una barbaridad.
Si te dijesen que Shakespeare
era mejor que Cervantes,
¡arremete contra ellos
y hazlos callar al instante!
Cuando observen los ingleses
tu éxito con las chicas,
quizá te miren celosos;
diles que no te lo explicas…
Si con esto no bastara
para aplacar sus temores,
usa otra táctica, Carlos,
sin descuidar tus amores:
¡Hijos de la Gran Bretaña!
¿Por qué me miráis así?
Ellas se vienen comigo;
Yo… soy guapo de por sí.
Tus conquistas se harán célebres,
pues molarán un montón.
La próxima vez que vayas
conquistarás El Peñón.
¡A fe que serás doncel
a la hora de partir!
Si se enterasen las féminas
no lo iban a consentir.
Hay una celebración
en verdad muy singular,
es la Fiesta de la Toga.
“Carpe diem”, jamás debieras faltar.
Si te hablasen de su imperio
como cosa singular,
antes que el suyo tuvimos
otro imperio similar.
Y nuestra Armada Invencible
no fue por ellos vencida.
Quien destruyó nuestros barcos
fue la mar embravecida.
Además, los muy ladinos
en sus levas reclutaban
hombres de mala calaña
que nuestro oro robaban.
Piratas, filibusteros,
bucaneros y corsarios,
sin excepción todos eran
infames y sanguinarios.
Los corsarios Drake y Hawking
el Atlántico surcaban,
al grito de ¡al abordaje!
Mataban y saqueaban.
Siempre hay algún fanático
que defiende con orgullo
hasta su leyenda negra.
¡Nunca falta algún capullo!
En cuestiones idiomáticas,
y ya para terminar,
el inglés y el español
ahora puedes comparar.
Argumentar tu podrías,
y sacar a colación
ese suyo gentilicio
de fácil deformación:
Si se suprime la tilde,
el inglés se queda en ingles.
De todo esto se deduce
que vos pensáis con las ingles.
José Luis Calleja Rubio (calleja_rubio@hotmail.com)
9 de septiembre del 2008
Relatos y poemas de José Luis Calleja Rubio:
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