En el Principio, eras vieja.
Precediste al Fiat Lux y escapando del cero de la Nada
hiciste estallar en estrellas, al Caos.
Taxativa,
a todo diste signo y a todos, diste seña.
Gérmen de todo lo que es
pues todo lo que es fue a tu imagen creado.
A tu paso
se alzaron imperios que rigieron
hasta querer barreras levantar a tu paso.
Y la Historia es tan sólo tu empeño porque todos
rompamos la cadena que nos sujeta al Cáucaso
Si bien al Hombre condujiste a la cima del Gólgota,
también le abriste sendas que alcanzaron los astros.
La codicia y el lucro propáganse en mesnadas
que asuelan a llos pueblos
cubiertas con un nuevo disfraz globalizado.
Es la vieja legión de la avaricia
que busca devolvernos al platónico antro.
Se oyen, cada vez más cercanos, los cantos de sirena
A la vera relincha el Becerro Dorado.
Brújulas y sextantes desatinan
entre inciertas derrotas oscilando.
En el nombre de un dios, que fuera asesinado
junto a los niños de escuela de Hiroshima,
desatan, al galope, a los cuatro caballos.
Por la horrible moneda,
Caronte extiende, ya, su carroñosa mano.
La Humanidad te espera en la ribera.
¡Idea, idea, idea!!
!Tómala de la mano!!
Antonio Gil de Lamadrid Navarro (kokoliso@worldnet.att.net)
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