Atado el corazón, la libertad si descubrir.
Una y otra vez se escapa la razón.
Has devuelto tu alma al que te la vendió.
Es la hora de la confusión de las sombras,
De que se apaguen las estrellas,
De contar la verdad.
Caminar por los senderos infinitos,
Abrir las calles y acertar con la llave.
Sumar y no multiplicar,
Encontrar sin buscar,
Callarse al hablar, la libertad sin descubrir.
Oscar Graf (ografp@gmail.com)
Enviado el 17 de marzo del 2008