Chiquiana de oro, alma, vida y corazón,
te elevaste cual Ave Fénix en el aluvión del 40,
junto a tus compañeras del Santa Rosa de Viterbo,
cuando estudiaban la secundaria en el hermoso Huaraz.
En “Espejito del Cielo” fuiste magisterio viviente,
con tus manos enseñaste a tus alumnas a cultivar el arte,
con tu rectitud y tenacidad les señalaste el camino del bien,
hoy siguen tus huellas bordando sus ideales con amor y paz.
Un día como buena madre batiste tus alas y te fuiste lejos,
acompañando a tus hijos para que logren sus sueños;
desde ese entonces te convertiste para nosotros,
en paradigma de amor y visión de futuro.
Hoy, bajo mis párpados para recordarte
y siento tu dulce mirar en épocas de Navidad,
cuando adivinabas nuestros pedidos a Papá Noel
y sonreías contenta al ver nuestras lagrimas de felicidad.
Un 9 de Agosto repicaron las campanas en Chiquián,
mientras te elevabas al cielo de la mano del Señor,
para abrazar y besar a tu madrecita adorada
y a tus hermanos que comparten el Edén.
(Lima – 2003)
Nalo Alvarado Balarezo (nalitoalvarado@hotmail.com)
19 de octubre del 2005
Otros relatos y poemas mandados por Nalo Alvarado Balarezo:
|
Sobre el autor:
Nalo Alvarado Balarezo (Armando Arnaldo Alvarado Balarezo) nació el 15 de junio de 1951 en Barranca (LIMA - PERÚ). Sus estudios primarios y secundarios los realizó en Chiquián un pintoresco pueblo de la sierra de Ancash, donde alimentó su sentimiento telúrico.
Es Oficial de Policía jubilado con beneficios de general. En 1985 egresó de la facultad de derecho y ciencias políticas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, y actualmente estudia en la Escuela de Escritura Creativa del Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú, bajo la conducción de los afamados escritores peruanos Alonso Cueto e Iván Thays.
Escribe cuentos, crónicas, pensamientos y poemas andinos desde sus años juveniles, que comparte con sus coterráneos a través de cartas a las que denomina: "HOLA SHAY" (Hola amigo).
Sus mayores deseos son crecer como ser humano y que todo el mundo conozca sobre las bondades naturales del Perú profundo. Sueño tantas veces acariciado por José María Arguedas.