Cuántas promesas quedaron atrás,
cuántos recuerdos desde su silencio;
recuerdo cada atardecer,
el beso que me robó por
primera vez.
Hoy tengo ganas de llorar,
porque lo quiero a rabiar,
me duele no abrazarlo más,
no entiendo nada, ni porqué
no se vivir sin él.
Me tiene mal eso de extrañar.
Tal vez fue tanto lo que le amé,
que no me resigno a perder.
Donde quedó el amor que
creció entre los dos.
Todo era bello como un cuento
de hadas.
Pero un día se marcho sin razón.
Ahora queda por dentro
un poco de corazón, una flor, entre
las páginas de un libro,
tres regalos, una canción,
algunas fotos y una carta con su adiós.
...
04/01/04