Siento que te pierdo, no es así, lo sé, pero mi egoísmo es tan grande que sólo deseo volver a tenerte como antes, cuando nuestras almas vagaban por este mundo de internet y se unían en una magia explosiva que llenaba parte de nuestra soledad.
Recorrimos caminos en los que nuestras huellas sellaron una amistad sin igual.
Verdes campos que nos transportaban a nuestros sentimientos mas profundos dejando ver sueños de infancia y juventud.
Tomamos trenes, a veces equivocados que nos condujeron al miedo, a la incertidumbre, a la inseguridad; pero nuestras manos se unían tan fuerte que llegábamos a sentir el calor ardiente del corazón luchando para convencernos que no era el destino adecuado y ocultando las lágrimas que este viaje tortuoso nos provocaba.
Hubo noches que brillaron como el día, entonces pintábamos paisajes de colores marinos, les poniamos música y bailábamos en las estrellas.
Eramos el mundo....
Pero llegó a nuestro mundo la cruda realidad, él te necesita, él, en un desfortunado día, perdió lo más preciado, su movilidad, entre los hierros retorcidos de aquel coche dejó su sonrisa, su juventud, sus ganas de vivir.
Lo sé amiga, sé que me quieres, yo esperaré, sé que estás ahí y yo siempre estaré aquí.
Azucena Ceballos Muñoz (azcemu2@hotmail.com)
Diciembre del 2003
Escritos breves de Azucena Ceballos Muñoz:
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