Me sigues, me persigues,
vas tras de mí callada.
Yo huyendo hasta en mi mente
de tu falsa guadaña.
No quiero hacerte caso,
no quiero ya más verte,
pero sé que algún día
serás tú ya mi suerte.
Te veo y te deseo
cuando no tengo alma,
pero ahora, carroña,
no busques tu venganza.
Te veo con la máscara
de libre vida eterna,
te evito pero siempre
me encuentras y me apenas.
Te quiero, mas no ahora,
que tengo vida plena,
te quiero luego, sola,
cuando ya me detenga.
No me acoses con saña
en mi casa, en mis sueños,
en mis vanos escritos,
en mi cárcel de hielo.
Debo seguir la ruta
que un dia me cedieron
y la que junto a él,
responsable, me dieron.
Espera aún un poco,
déjame ver su vida
y cuando ya lo tenga
criado y con familia,
cuando sienta que quiere
echarme de su lado,
cuando vea que el cielo
se me va disipando,
cuando los ojos ya
se cieguen con las lágrimas
y cuando sienta en mí
que valgo apenas nada,
no aparezcas, yo iré,
en tiempo de la siega,
buscaré tu guadaña
me acostaré en ella
y con paz y en la tarde
sin caricias ni penas,
dormiré ese tu sueño
de eterna condolencia
Maria Teresa Aláez Garcia (pernelle@terra.es)
Enviado el 4 de marzo del 2008
Webs:
http://www.e-stories.org/author-details.php?&aut=malae
http://espanol.agonia.net/index.php/author/0024905/index.html
Poemas y relatos de Maria Teresa Aláez Garcia:
|