Se detuvo el tiempo en un momento.
Entre las rayas 40 y 39.
Fue un terrible instante. Fue difuso.
Un encanto, una virtud aleve.
Fue el compendio de todos los momentos
en uno. Y fue tenerlo aquí.
En mis palmas lo cuidaba todo.
todo el tiempo del mundo para mí.
Fue un momento fugaz. Silente. Único.
Fue un momento sufrido de mis décimas.
Fue un momento de ti. fue tuyo y mío.
Fue la copa que se llenó de esencia.
Fue el pasado infinito. Fue el presente.
Fue el llenarme de ti en cada momento.
Fue encontrarte y perderte en un sonido.
Fue comprender la historia y el misterio.
Fue sombrío y fue luz. fue mucha calma.
Fueron ratos de pie y ratos sentada.
Fue mirar a otro lado en lo sombrío
y encontrar un saludo en tu mirada.
Fue tener para ti todo este tiempo
y quedármelo yo como alimaña.
Fue dolerme de ti y amar contigo.
Fue perderte porque no hubo armas.
Fueron horas en vano. Ese momento.
Tantas cosas que hacer, tan poco tiempo.
Una puerta perdida en el espacio
que acercó nuestros invisibles lechos.
Fue tu risa y mi dicha en una marca.
Fue pararse la tierra en un lamento.
Fue que viste la luna y al tocarla
profanaste los rostros de los vientos.
Échame a mi la carga del delito
que gustosa, libero tus estancias
del insomnio del pesar maldito
y la lleno de brillos de esperanza.
Maria Teresa Aláez Garcia (pernelle@terra.es)
Enviado el 21 de febrero del 2008
Webs:
http://www.e-stories.org/author-details.php?&aut=malae
http://espanol.agonia.net/index.php/author/0024905/index.html
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